Ramón Lorente animó ayer la Comisión de Hacienda con una acusación según la cual  en el Ayuntamiento de Toledo, en el pasado, ha habido concejales que han amañado procedimientos para adjudicar servicios públicos de forma teledirigida: «hay partidos que han manipulado pliegos y criterios de valoración, no solo en esta ciudad sino en otras partes de España, para que esos pliegos fueran deliberadamente a determinada empresa».

El concejal responsable del contrato de la limpieza y la recogida de basura negó a la oposición, con ese argumento, la posibilidad de participar en la redacción de los pliegos de condiciones que dependan de él «para evitar, precisamente, ciertas historias que han ocurrido en varios sitios de… No voy a decir más, es lo que hay». Aunque se le preguntó en varias ocasiones, no se atrevió a identificar culpables ni beneficiados.

Lorente no forma parte de la Comisión, acudió como invitado a petición de Ciudadanos para que aclarase algunos extremos de otro contrato, el de mantenimiento y conserjería de los colegios. Esteban Paños también quiere que le pasen los pliegos en redacción (el de la basura entre ellos) para hacer aportaciones y Lorente se niega.

«¿Tú cómo estás aquí?, como concejal», casi le reprocha, y añade que  en un pliego que firman los técnicos solo se atienen a lo que ellos consideran oportuno (según lo que dicta la ley, aclara más tarde), no por lo que diga «el político de turno».

Paños pregunta si entonces los políticos no pueden hacer aportaciones y Lorente no le deja ni acabar: «No. A un pliego técnico o a un administrativo no… Esto no es un concurso de ideas. No eres técnico competente…. Eso lo digo así de claro. Y yo por ahí no paso, si te molesta lo siento. Tú puedes subirte al púlpito que quieras y decir ‘me parece una mierda’ el pliego».

Paños disiente y explica que los políticos pueden ver errores como ha ocurrido en la calle Jarama que se está arreglando una de las calles más grandes de la ciudad sin poner ni un árbol y encima se paga con un dinero que viene de Europa con la condición de gastarlo en «urbanismo sostenible». A lo peor ese dinero se pierde por no haber contado con la oposición, advierte el concejal de Cs.

Viendo que se había pasado, Lorente reculó y admitió que los concejales tiene derecho a emitir ideas todas las que quieran, pero insiste en que él no va a decir a ningún técnico que convierta eso en una prescripción técnica del pliego.

Como el tono de Lorente fue un poco exagerado Juan José Alcalde (PP) intervino para decir que en sus años de concejal (y son muchos) nunca había visto que se echara la bronca a la oposición por intentar colaborar con el Gobierno y le rechina especialmente que quien les regaña venga del movimiento vecinal. En cuanto a las insinuaciones de corrupción pidió explicaciones y datos pero sin éxito, como le ocurrió a María Ángeles Ramos de Vox.

En Izquierda Unida Podemos José María Fernández no quiso saber nada de polémicas y se limitó a indagar si la contrata de los colegios por la que Lorente estaba allí ha pactado con los trabajadores la recuperación de las horas del permiso retribuido por la pandemia (parece que sí, le dicen) y si el Gobierno municipal se plantea recuperar la gestión directa de este servicio (no le contestan).