Más de 2.000 raciones

J.A.J./Menasalbas
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Centenares de vecinos se reúnen en el polideportivo municipal para degustar la ternera de Menasalbas, un producto que se ha convertido en la base de la prosperidad de esta población de Los Montes tras dejar atrás las 'vacas locas'

No faltó carne para celebrar la Fiesta de la Ternera. - Foto: Víctor Ballesteros

Cuando hablas con un repartidor de bebidas,te cuenta que en Menasalbas mantenemos el mismo consumo de cervezas o refrescos de antes de la crisis». Con este ejemplo práctico, el alcalde de la localidad monteña expone la fortuna de que su población cuente como producción de referencia con elvacuno de cebo. Su afamada ganadería, capaz de llevar su carne a países distantes como el Líbano, ha sido fundamental para proteger al pueblo de los embates económicos de los últimos años. Y así se simboliza en el detalle de que se haya institucionalizado, ya por 14 año consecutivo, su fiesta de la ternera. Centenares de menasalbeños y visitantes hicieron una vez más cola en el polideportivo municipal para disfrutar de las más de 2.000 raciones de ternera preparadas para festejar el éxito de esta producción agroalimentaria que genera numerosos empleos directos e indirectos en el entorno.

Sin embargo, lo que hoy es una tradición festiva nació en unos tiempos oscuros para el vacuno de engorde, precisamente para superarlos. En los años 90 del siglo pasado, la ganadería de vacuno de Menasalbas, como la del conjunto de España, vio mermadas sus ventas por la crisis sanitaria de las ‘vacas locas’, la transmisión de una enfermedad bovina a los seres humanos que obligó a adoptar una serie de medidas hasta que este riesgo para la salud quedó erradicado.

Aquella situación provocó el desvío del consumo de carne a otro tipo de ganaderías, incluso con la pasajera aparición de producciones de origen foráneo como el avestruz o el canguro. Los menasalbeños respondieron a este reto a su modo de vida situándose como testigos de las bondades de la carne de sus granjas creando una degustación masiva. Así nacía la Fiesta de la Ternera en un lejano año 2000.

Soriano sirvió unas raciones de la caldereta.Soriano sirvió unas raciones de la caldereta. - Foto: Víctor Ballesteros

Disciplinada espera.

Aquellos apuros quedaron atrás, y hoy la ganadería de vacuno es sinónimo de riqueza, aunque sus profesionales siguen esforzándose frente a riesgos como las periódicas sequías o el coste del pienso. En todo caso, la de ayer fue una jornada de asueto propiciada por las tres cooperativas de vacuno de la zona, cada una de las cuales donó una ternera para la celebración de la Fiesta. Esto sumaba un total aproximado de unos 800 kilos de carne, convenientemente preparadas como una suculenta caldereta o una jugosa ración a la brasa.

Los vecinos guardaron disciplinadamente su cola para ir recogiendo sus raciones, con la bebida correspondiente, para disfrutar de un caluroso mediodía de verano que se añade a sus festejos por la Virgen de la Salud. Contaron con la compañía de autoridades como la consejera de Agricultura, Maria Luisa Soriano.