Page 'reta' al sector a llegar a 2500 millones de producción

I. Ballestero
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El presidente regional compromete para 2020 la Ley de la Viña y el Vino y reitera su no al trasvase: «en democracia no se hubiera hecho»

Page 'reta' al sector a llegar a 2500 millones de producción

La Feria Nacional del Vino es «un orgullo para Castilla-La Mancha» y sería «estúpido» anteponer otro tipo de intereses para contradecir una feria que «no tiene amenazas en el presente ni las tendrá en el futuro». Así arrancó Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, su intervención en la apertura de la décima edición de Fenavin, para reafirmar el compromiso del Ejecutivo regional con una cita, dijo, que no se entiende sin Ciudad Real, donde se inició y donde calculó un retorno de 20 millones de euros en estos tres días. Con esa proclama, Page subrayaba la petición de Caballero de sacar a Fenavin del debate político y garantizar el apoyo a la feria, y amplió el espectro del acuerdo a la negociación de la PAC recogiendo con satisfacción las palabras del ministro de Agricultura en funciones, Luis Planas. «Es una alegría escucharte sobre ese acuerdo que garantice la estabilidad en la financiación», aseguró, para pedir a los partidos «lealtad en la negociación y apoyo para el Ejecutivo nacional en su defensa de nuestros intereses en la nueva PAC».

García-Page ensalzó el carácter de la feria pero también, como el ministro justo antes, puso deberes al sector. En su caso, auspiciados por el Plan Estratégico que su Ejecutivo puso sobre la mesa de los agentes implicados en la producción vinícola meses atrás y que se fundamenta en dos pilares fundamentales: la Ley de la Viña y el Vino y la creación de una Interprofesional regional. En el segundo caso insistió, como lo hizo a la hora de ensalzar la cultura europea, que «la unión hace la fuerza, como lo están demostrando nuestras cooperativas», y en el primero comprometió de nuevo esa ley para el año 2020, como impulso a un sector al que ‘retó’ a alcanzar los 2.500 millones de euros de producción en el año 2025, objetivo que significaría incrementar en cuatro puntos el PIB de Castilla-La Mancha. «Soy muy optimista», añadió.

Para hablar del futuro del sector, García-Page hizo varias referencias al pasado. Entroncó la razón de ser de la autonomía en la defensa primigenia de sus productos, en su día el vino y el queso, asegurando que sin esa defensa a ultranza desde Castilla-La Mancha no hubieran alcanzado las cotas por las que ahora transitan. «Qué hubiera pasado si hubiéramos hecho caso a los cantos que apuntaban hacia el arranque de la mitad de nuestra superficie de viñedo, que hoy sería desierto», aseguró antes de cambiar el paralelismo entre pasado y futuro por el de la diferencia y la igualdad. «Pedimos igualdad con respecto a otras autonomías defendiendo nuestras diferencias», dijo el presidente regional, que ensalzó las múltiples variedades que se cultivan y cosechan en la región y las figuras de calidad que existen en Castilla-La Mancha. «No olvidemos que buena parte del vino nacional tiene su origen aquí», dijo. Por último, habló de medio ambiente y trasvases. «Europa ya nos ha dicho que hay que cambiar la gestión del agua», explicó antes de atacar frontalmente el trasvase Tajo-Segura, «que criticaré siempre esté quien esté en el Gobierno». «Fue una obra que se hizo en la dictadura, porque en la democracia nunca se hubiera llevado a cabo», finalizó.