Indra cierra tras más de 40 años en Toledo

I.G.Villota
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El 10% de su plantilla baraja renunciar al traslado. La mitad de los trabajadores se concentró a las puertas de la empresas en el Polígono industrial en una jornada de paros, motivada también por el bloqueo en la negociación del convenio

Indra cierra tras más de 40 años en Toledo - Foto: Sandra Muñoz

Es una de las empresas emblemáticas y pioneras del Polígono industrial de Toledo, donde abrió en 1971. Algunos de los bloques de viviendas primigenios del barrio de Santa María de Benquerencia, al final del barrio, se construyeron para albergar a sus trabajadores. Ahora Indra, antigua Standart Eléctrica y Alcatel, cierra sus puertas tras más de 40 años en la capital de Castilla-La Mancha, de manera definitiva, provocando un cambio abrupto en la vida de sus empleados. La compañía desplaza sus instalaciones hasta el Polígono Puerta de Madrid, en San Fernando de Henares.

La empresa justifica este desplazamiento por motivos organizativos y de funcionamiento con el objetivo de acercar sus centros de trabajo a la comunidad de Madrid. Así lo explicó Antonio Hervás, delegado de UGT en la empresa, con motivo de la concentración organizada a las puertas de la compañía con motivo de la jornada de huelga convocada por la plantilla, integrada por 46 personas en estos momentos.

La mitad de los trabajadores se concentró a las puertas de la empresas en el Polígono industrial en una jornada de paros motivada también por el bloqueo en la negociación del convenio. Lo hicieron con pancartas en las que se podían leer mensajes como ‘Si el talento de Indra somos todos, ¿por qué el beneficio es solo para la dirección?’.

Hervás indicó que en torno al 10 por ciento de la plantilla actual está barajando renunciar al traslado desde Toledo hasta San Fernando de Henares. «Unos nos trasladaremos, otros pedirán la baja, pero lo evidente es que 46 familias se quedan sin trabajo en Toledo», comentó, lamentando que es «un cambio de vida total y una pena, después de 20 años, en mi caso, nos tenemos que ir de aquí».

El representante sindical explicó que la compañía quiere aglutinar todos sus centros productivos en torno a su central, ubicada en Torrejón de Ardoz, motivo por el que ha decidido cerrar la planta de Toledo, donde se fabrican antenas de radares, sistemas de control, placas y otros elementos de Defensa. «Lo fabricamos aquí y lo prueban en Torrejón», indicó Hervás.

La negociación. Por otra parte, el miembro de la mesa negociadora con Indra de UGT, Antonio García, explicó que tras un proceso de negociación abierto en junio y un preacuerdo alcanzado la empresa eliminó el punto del convenio relativo a la realización de jornada continuada y esto rompió la confianza de los sindicatos.

Ese preacuerdo contemplaba además la aplicación del Convenio del Metal para todo Indra Sistemas; la no absorción del incremento de este convenio para quienes no hubieran tenido incremento o este hubiera sido inferior al 2 por ciento acumulado y la contratación de personal de acuerdo a la categoría y función a realizar. «No podemos permitir contratos junior que tienen diferencias salariales en torno a los 3.000, 4.000 o 5.000 euros con respecto a otros cargos de la empresa».

Los sindicatos con representación en la entidad a nivel nacional critican que Indra retribuya de manera arbitraria a sus empleados, que lo haga en un 20-25 por ciento por debajo de su sector y que contrate en categorías inferiores a las responsabilidades que exige.

«Eso sí, la dirección seguirá cobrando por los objetivos que todos alcanzamos. Tal vez por ello la tasa de rotación en la dirección de Indra no existe. Nadie se va y si alguien sale, es con una indemnización millonaria. La riqueza de Indra debería ser la que atesoran todos sus profesionales, pero vemos año tras año que no es así», afirmó.