¿Puede Disney cambiar el final de los Beatles?

EFE
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La compañía ha comprado el proyecto de Peter Jackson para estrenar en septiembre otra versión del documental 'Let It Be' tras hallar material descartado en su día en el montaje de la cinta que describió la ruptura del grupo

El último álbum de la banda británica fue ‘Abbey Road’.

La película documental Let It Be se estrenó en mayo de 1970 como una crónica descarnada sobre la disolución de los Beatles. Medio siglo después, el director Peter Jackson ha revisado las imágenes de aquel proyecto para ofrecer una visión alternativa, que Disney llevará a la gran pantalla este mismo año.

La cinta se llamará The Beatles: Get Back (Regresa), nombre de la canción que inspiró en 1969 el proyecto impulsado por Paul McCartney para que el grupo volviera a sus raíces roqueras.

Después de varios años de experimentación en los estudios de Abbey Road, los Beatles volverían a crear y ensayar sus nuevas canciones sin artificios, con las cámaras del director Michael Lindsay-Hopp como testigos. El resultado de ese proceso fue una película que desveló al gran público el secreto de la legendaria magia creativa de los Fab Four.

El director lleva un año con esta nueva producción.El director lleva un año con esta nueva producción. - Foto: Ross SetfordSin embargo nada fue así. Los Beatles se encerraron en el frío invierno londinense en una nave de los estudios Twickenham rodeados de focos y cámaras que registraron cada uno de sus movimientos.

No era la mejor atmósfera para crear: estaban incómodos en medio de aquel Gran Hermano y en algunas imágenes se les ve discutiendo entre ellos.

Al cabo de unas semanas abandonaron el proyecto Get Back para regresar a sus estudios de siempre y embarcarse en la grabación del que sería su último álbum, el definitivo Abbey Road.

Cuando el filme se estrenó con el título de Let It Be (Déjalo estar), los Beatles habían dejado de existir oficialmente un mes antes.

El documental mostraba imágenes impagables, como las del último concierto del grupo sobre la azotea del edificio donde estaba la sede de su discográfica, Apple, en Londres. Y la producción se llevó un Oscar por su banda sonora, que ningún miembro de la banda se molestó en ir a recoger.

Estaban en medio de un doloroso divorcio. Incluso el álbum que recogía los temas de la película, también titulado Let It Be, provocó enfrentamientos: Paul McCartney renegó públicamente de los arreglos ampulosos que aplicó a sus canciones el productor Phil Spector, que había sido reclutado por sus ya excompañeros, para editar la canciones del proyecto Get Back. El documental Let It Be quedó en el olvido por expreso deseo del grupo, que ha impedido cualquier reestreno o edición hasta la fecha, y pasó a la historia como el proyecto maldito de los Beatles.

 

Menos desavenencias

Hasta que Peter Jackson recopiló con una nueva mirada más de 55 horas de material inédito y 140 de grabaciones de audio entre las cintas dejadas en los archivos por Lindsy-Hopp y todo su equipo.

«Hay momentos de drama, pero no hay nada de las desavenencias a las que este proyecto ha sido asociado siempre. Mirar a John, Paul, George y Ringo trabajar juntos, creando lo que son ya clásicos de la nada, no es solo fascinante, es divertido, inspirador y sorprendentemente íntimo», destacó Jackson al anunciar la cinta hace un año.

Estas palabras fueron música para los oídos de los dos Beatles supervivientes, que durante años han cargado con las sombras del documental maldito. «Estoy feliz de que Peter haya querido escarbar en nuestros archivos para hacer una película que muestra con total veracidad cómo era una grabación de los Beatles», declaró McCartney.

«No se parece en nada a la primera versión. Transmitirá la paz y el cariño que había entre nosotros», vaticinó Ringo Starr.

La factoría Disney ha comprado el proyecto. El gigante del entretenimiento ha anunciado esta misma semana con bombo y platillo que llevará la película de Jackson a la gran pantalla a partir de septiembre próximo.

La separación del grupo más grande de la historia de la música supuso un trauma para millones de personas a nivel mundial. Medio siglo después, los viejos seguidores de entonces y los que crecieron a partir de 1970 se preguntan si Disney será capaz de cambiar el final de los Beatles que conocían hasta ahora por otro más propio de un cuento de hadas.