El Ayuntamiento de Toledo va camino de lograr un hito histórico en la etapa democrática. Si las previsiones del equipo de Gobierno se cumplen, el Consistorio de la capital regional saldará su deuda con los bancos el próximo mes de febrero. En estos cinco meses, la intención es amortizar los 3,6 millones de euros que quedan pendientes de pago. El Ayuntamiento comenzó el año con varios préstamos aún activos cuyo capital vivo ascendía a 10,35 millones de euros. 

La Concejalía de Hacienda ha elaborado un cronograma de pagos con el que pretende amortizar anticipadamente tres millones de euros antes de que acabe 2020. Los otros 600.000 euros pendientes serían abonados en el mes de febrero.

Lograr el ansiado objetivo de deuda cero mejorará la situación financiera del Ayuntamiento que, de forma inmediata, se verá reflejada en los presupuestos municipales para 2021, que la Concejalía que dirige Mar Álvarez ya esta definiendo.

Todo el dinero que anualmente se estaba destinando a amortizar los préstamos -incluido parte de los superávit logrados en los últimos años- podrá ser destinado al capítulo VI del presupuestos, es decir, a realizar inversiones de forma intensiva en los distintos barrios de la ciudad. En las cuentas vigentes de este año, las inversiones previstas alcanzaban 7 millones de euros al añadir a la inversión propiamente municipal -4,51 millones- tanto los 1,6 millones del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) como los 2,18 millones procedentes de los Fondos Feder a través de la iniciativa Edusi. Con la amortización total de la duda los recursos propios que el Ayuntamiento de Toledo podrá dedicar a inversiones subirán entre cuatro y cinco millones de euros.

No será las únicas cantidades que el equipo de Gobierno podrá sumar al capítulo de las inversiones. La otra gran inyección llegará a través del desbloqueo de los remanentes municipales al decidir el Ministerio de Hacienda suspender la regla de gasto a las administraciones locales.

El Consistorio de la capital regional cuenta en la actual con unos ahorros de 27 millones de euros, una vez descontados los tres millones que ya se ha gastado en actuaciones relacionadas con la emergencia sanitaria y social provocada por el coronavirus. De estos 27 millones, no se invertirán en obras en la ciudad por un principio de prudencia que está relacionado con la impredecible evolución de la pandemia. La intención municipal es dejar sin tocar en los bancos el equivalente a 3 ó 4 mensualidades de las nóminas de todos los funcionarios municipales, así como otra partida para eventuales contingencias.

Por tanto, la cifra que quedaría para invertir en distintas zonas de la ciudad estaría próxima a la cifra de 10 millones de euros, que se distribuirán en las anualidades de 2021 y 2022.

El camino para reducir la deuda municipal no ha sido fácil puesto que Milagros Tolón se encontró con una deuda de 53,16 millones de euros cuando accedió a la Alcaldía de Toledo en junio de 2015. De ellos, 45,3 millones eran atribuibles propiamente al Ayuntamiento de Toledo y otros 7,71 millones a la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV).