«Lo mismo tardas en comprar una fruta que un bollo»

J.Monroy
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La nutricionista del HM IMI Toledo, Marta García, recomienda a los padres dar ejemplo a sus hijos en la comida en esta vuelta al cole tras el confinamiento y verano

Los expertos en nutrición aconsejan huir de la bollería industrial. - Foto: Yolanda Redondo

En ausencia de comedores escolares y el hábito de ejercicio físico, el confinamiento no ha sido un buen momento para la salud infantil. En este inicio de curso, son muchos los padres que se están dirigiendo a la nutricionista del HM IMI Toledo para interesarse por los alimentos más adecuados, las meriendas escolares, y huir de la obesidad infantil.

En esta vuelta al cole, explica la nutricionista del IMI, Marta García, no hay coartada para no dar de comer bien a los pequeños, «no vale la típica excusa de la falta de tiempo y de que le doy al niño lo más rápido». Cierto es que muchos padres tienen que ir a última hora a comprar algo para llevarlo a la puerta del colegio, «pero lo mismo tardas en comprar una fruta que en comprar un bollo». La idea es huir de la bollería industrial y la galleta, vale fruta o un bocadillo de queso, «porque una galleta siempre es una galleta y un dulce, aunque sea casero, es un dulce». Eso es válido para todo el día, por la noche se tarda lo mismo en hacer un filete a la plancha que un filete frito.

El segundo consejo de Marta García está claro: «los padres tenemos que dar ejemplo». Porque si los progenitores quieren que sus hijos coman fruta, tendrán que tener fruta en casa, llevársela al colegio, y que los pequeños vean que ellos lo comen.

Marta García, nutricionista del HM IMI Toledo.Marta García, nutricionista del HM IMI Toledo.A todo eso suma Marta García que la bebida habitual de los niños ha dejado de ser el agua. Y «por mucho que un refresco sea cero azúcar o cero calorías, no es agua, y no se puede sustituir el agua por esas bebidas». Todo ello, unido a la falta de ejercicio, está haciendo un cúmulo de malos hábitos, no solo «el bollo que el niño se come un día».

Obesidad infantil. Las consecuencias de no cuidar la comida es que España se está convirtiendo en uno de los países con más obesidad infantil, con un veinte por ciento, además de un cuarenta por ciento de pequeños con sobrepeso, que mañana serán obesos. Se está abandonando una dieta equilibrada. Los niños están desarrollando enfermedades propias de la edad adulta, obesidad tipo 2, enfermedades cardiovasculares o niveles de lípidos en sangre (colesterol o triglicéridos) muy altos.

El problema, apunta García, es que algunos padres se confían. Saben que los niños comen en el colegio, «y como a mí la única responsabilidad que me queda es la merienda o el fin de semana, para un día que coman bollo o que vayamos a cenar a un sitio de comida rápida...». Otras veces, se da cualquier cosa a los niños, «porque para qué vamos a discutir». El problema es que al final no es solo un día, y a ello se suma que los niños hacen poca actividad y tienen poca variedad en la alimentación.