Un 36,7% de niños de CLM padece sobrepeso u obesidad

ADM / TOLEDO
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El 72% incumple la recomendación de la OMS de practicar ejercicio 60 minutos al día, cantidad casi diez puntos por encima de la media. Son cifras del Estudio PASOS, en el que ha participado Susana Aznar

Un 36,7% de niños de CLM padece sobrepeso u obesidad - Foto: Yolanda Lancha

«El código genético es muy importante a la hora de determinar problemas de obesidad, pero también el código postal, ya que tiene una gran influencia el lugar donde nacemos». Así explica Susana Aznar, profesora titular de Actividad Física y Salud de la Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad de Castilla-La Mancha, que haya diferencias tan acusadas entre regiones españolas -Murcia en cabeza, Navarra a la cola- en cuanto a casos de obesidad infantil. En Castilla-La Mancha, según se desprende del estudio PASOS, elaborado por la Gasol Foundation en colaboración con Unicef, centrado en niños entre 8 y 16 años, son un 36,7% los niños y adolescentes que padecen sobrepeso u obesidad.

Aunque sería necesario ampliar la muestra para que las conclusiones del estudio fueran más representativas -se trata una investigación a nivel nacional, en la que han participado 245 centros (doce de ellos, de Castilla-La Mancha) y trece grupos de investigación, uno de ellos el de la profesora Aznar-, sus cifras permiten señalar tendencias. Algunas, tan representativas como que el 72% de los niños y adolescentes castellanomanchegos -casi diez puntos por encima de la media nacional (63,6%)- no cumplen la recomendación de la Organización Mundial de la Salud de practicar 60 minutos de actividad moderada-vigorosa al día. El sedentarismo es una de las principales causas.

No en vano, un 88,1% de castellanomanchegos entre 8 y 16 años abusa del empleo de pantallas digitales los fines de semana -la OMS recomienda menos de dos horas diarias- en lugar de destinar ese tiempo a pasatiempos más activos (la cifra incluye el uso de teléfonos móviles, lo que supone una especificidad de este estudio, según Susana Aznar). El abuso de estos dispositivos es más notorio entre los niños que entre las niñas, y mayor conforme se llega a Secundaria. La proporción de niños con sobrepeso es de casi el 25%, frente a un 12% de niños y adolescentes obesos. Para conseguir hacer frente a este tipo de hábitos, añadió Susana Aznar, «tenemos que reintroducir la actividad física en el estilo de vida».

La profesora de Ciencias del Deporte dio a conocer estos datos durante la presentación del informe «Malnutrición, obesidad infantil y derechos de la infancia en España», que tuvo lugar en el Campus de la Fábrica de Armas en presencia de la vicerrectora de la UCLM Fátima Guadamillas. Estuvieron acompañadas por sendos representantes de Unicef, Asunción Díaz (su responsable en Castilla-La Mancha) y Gabriel Bueno, responsable de Políticas de Infancia de Unicef España.

Este último explicó que España ocupa el número diez en sobrepeso entre los 41 países desarrollados del mundo, situación que afecta al 34,9% de los niños. De ellos, el 20,7% sufren obesidad. 

Los malos hábitos alimentarios (dietas con más grasas, más sal, menos frutas y verduras), el estilo de vida sedentario y el abuso del ocio digital frente al deporte suelen ser los causantes, provocando un destacado aumento de la obesidad infantil en zonas que hasta entonces no la padecían, como Asia y muy especialmente el Sudeste Asiático.

Es cada vez mayor, en este sentido, el número de niños que padecen patologías tradicionalmente relacionadas con personas de mayor edad, como la diabetes tipo dos, cáncer, enfermedades cardiovasculares o hipertensión arterial. Por no hablar de la paradoja de tener que sufrir problemas psicosociales -mayor discriminación laboral, por ejemplo- en un entorno obesogénico, es decir, que alienta por medio de la publicidad y otros estímulos a consumir alimentos perjudiciales para la salud.

Las propuestas de Unicef en este sentido, añadió Gabriel Bueno, pasan por reforzar las campañas de sensibilización e impulsar un uso de la legislación que permita reducir la demanda de alimentos insanos (gravando las bebidas azucaradas, por ejemplo). Bueno propuso también fomentar el consumo de alimentos más sanos y promover la reformulación de otros con menos cantidad de productos como sal y grasas saturadas. Por último planteó reducir el impacto obesogénico mediante campañas de márketing responsables.