Miguel Ángel Espinar entrena ya con el Mérida, su nuevo equipo con el que jugará esta temporada y la siguiente, la cual es posible que la escuadra extremeña milite en Segunda B pues disputará la eliminatoria de ascenso de campeones de Liga. El delantero disputó su último encuentro con el CF Talavera el pasado 21 de abril en el campo del Linense, donde marcó el tanto de la victoria por 0-1 llevaba a los blanquiazules a los 46 puntos y a dar por prácticamente conseguida la permanencia en la categoría de bronce.
Ha asegurado a este diario que se ha marchado del cuadro talaverano «con mal sabor de boca y triste porque no esperaba mi salida». Y es que estaba a un partido para asegurar su renovación automática con el CF Talavera, que habría cumplido el próximo domingo en Don Benito, dado que ante el Recreativo Granada no pudo jugar por sanción tras ser expulsado en La Línea. En éstas «el Mérida llama para preguntar por Espinar y el club (el Talavera) le abre las puertas para negociar, lo que significa que me está invitando a salir».
El delantero andaluz quiso recabar la opinión del entrenador, Fran Alcoy: «Quería escuchar la versión del míster, hablé con él y me indicó que la directiva y él había decidido que yo no jugara más, lo que significa que para un futuro no iban a contar conmigo». Y a partir del jueves de la semana pasada, «es cuando se empieza a mover todo», en referencia a su fichaje por el Mérida.
Y lo que resulta paradójico es que «si no hubiéramos ganado al Linense, seguramente Espinar hubiese seguido jugando en el Talavera». El delantero que anotó el tanto en el feudo gaditano asegura en este sentido que «una vez que se consigue la permanencia, deciden que no yo no juegue más».Para añadir que «creo que no me merecía esto, pero es fútbol y la vida sigue».
Espinar llegó al CF Talavera en la temporada 2017-2018 y al término de la misma, «confié en el club para renovar porque tenía propuestas bastante buenas».
El delantero quería continuar la próxima campaña en la disciplina blanquiazul: «Yo pensaba en quedarme porque allí era feliz, lo había dado todo por el club, pero así termina la historia», manifiesta un dolido Espinar.
Pero como él mismo indica la vida y el fútbol siguen, y afronta ahora una nueva etapa ilusionante con el Mérida, un club que tiene ante sí el reto de subir a Segunda División B. El ya ex blanquiazul destaca la excelente acogida que le han dispensado: «Me han arropado bastante bien, estoy bastante contento y esperemos conseguir el objetivo».
El jugador hace especial hincapié del Mérida que «es un club grande y, como siempre, voy a dar el máximo para aportar mi granito de arena de cara a subir a Segunda B».