La atención médica sí entiende de dinero

S. L. H.
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La falta de acceso por causas económicas tanto a medicamentos recetados como a la atención médica, dental y de salud mental, es entre tres y cinco veces más elevada entre las personas pobres que entre las no pobres

La atención médica sí entiende de dinero - Foto: Rueda Villaverde

España es el país más saludable del mundo, según la edición 2019 del índice Bloomberg Healthiest Country. ¿Es esto cierto para las personas en situación de pobreza? Esta es una de las preguntas que intenta responder el estudio ‘La desigualdad en la salud’ de EAPN(Red de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social) a partir del análisis de microdatos de la Encuesta Nacional de Salud de 2017. Para ello, explora las diferencias y desigualdades, en el ámbito de la salud, que pueden producirse en función de algunas variables de posición social, tales como la clase social y la situación de pobreza.

El estudio, llevado a cabo por Juan Carlos Llano, revela que el 37,4% de las personas pobres enEspaña considera que su salud es regular, mala o muy mala, cifra que está algo más de 11 puntos porcentuales por encima de la medida para las personas no pobres (26,2%). Este porcentaje, enCastilla-La Mancha, baja al 27,2%.

El informe muestra dos tendencias que inciden en la desigualdad y que deben controlarse en uno de los sistemas sanitarios más avanzados del mundo. En primer lugar, hay un mayor número de personas pobres a las que no se realizan análisis o pruebas médicas. En segundo lugar, la falta de acceso por causas económicas tanto a medicamentos recetados como a la atención médica, dental y de salud mental, es entre tres y cinco veces más elevada entre las personas pobres que entre las no pobres.

En Castilla-La Mancha no pudieron recibir atención médica por causas económicas el 0,95% de las personas, el 10,87% de las que necesitaron atención dental y el 0,48% de las que necesitaron servicios de salud mental. El 1,78% no pudo acceder a medicamentos recetados.

Por otra parte, la mitad de las mujeres pobres no se les ha practicado nunca una mamografía, cifra que es un 30,7% (11,5 puntos porcentuales) superior a la de las mujeres no pobres. Además, si se considera la edad recomendada, que es entre 50 y 69 años, las diferencias aumentan enormemente, pues al 9,1% de las mujeres pobres -casi el triple que a las no pobres (3,4%)- no se le ha practicado nunca.

Respecto a las citologías, muy importantes para la prevención del cáncer de cérvix, las diferencias son parecidas (33,8% de mujeres pobres y 18,4% de no pobres a las cuales no se ha practicado nunca esta prueba diagnóstica).

El director del estudio, Juan Carlos Llano, recuerda a La Tribuna el avance que supuso para estas personas que la sanidad española volviese a ser universal e insistió en la importancia de ciertas actuaciones para facilitar una adecuada atención médica a las personas más vulnerables. Entre ellas, disponer de campañas de vacunación «específicas» para determinados colectivos o la reducción del precio de algunos medicamentos.

«En algunos casos los medicamentos son accesibles para las personas pobres, pero en otros se vuelve muy difícil acceder a ellos. Para conseguir una reducción en el precio o su gratuidad «la persona tiene que acudir primer al trabajador o trabajadora social» y luego a alguna entidad que se los suministre, como Cruz Roja, puso de ejemplo.

A su juicio, «la gente pobre tiene que vencer muchas dificultades para ir al médico», subrayó Llano que explicó que muchas de estas personas tienen trabajos precarios en los que si no vas a trabajar, no cobras. «Conozco a gente que ha ido a trabajar con la mano rota», apostilló.

Las personas pobres son más obesas. El análisis de los determinantes de la salud muestra que las personas pobres son más obesas, un 21,9% frente a un 15% de que las no pobres. EAPN entiende que no puede ser una casualidad que Castilla-La Mancha, Extremadura, Canarias y la Comunidad Valenciana, es decir, las comunidades con las tasas de obesidad más altas (excepto Asturias) sean, también, las que ocupan los primeros lugares en las tasas de riesgo de pobres y/o exclusión social.

Finalmente, el estudio señala que más de una de cada tres personas mayores de 15 años no hacen ejercicio nunca, y esta cifra se eleva notablemente en Cantabria, Murcia, Castilla-La Mancha y Canarias.

Concretamente, en la comunidad autónoma, el 44% de los ciudadanos no realiza ninguna actividad física, colocando así a Castilla-La Mancha en el podio de las regiones más sedentarias.