Dos millones para una revolución

Redacción
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El proyecto del toledano Fernando López Gallego -Metacell- trata de poner la biología al servicio de la tecnología química para contribuir a la transición hacia un sistema de desarrollo que no dañe aún más la deteriorada salud del planeta

Fernando López Gallego, en el centro, propone «transformar cualquier residuo agroforestal en una molécula de química de alto valor añadido».

El investigador de la Agencia Aragonesa para la Investigación y el Desarrollo y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, el toledano Fernando López Gallego, ha conseguido un proyecto del Consejo de Investigación Europeo, financiado con dos millones de euros, para desarrollar una plataforma biotecnológica que permita la transición hacia la «bioeconomía».

El proyecto Metacell, que requerirá contratar hasta diez investigadores altamente cualificados -en áreas como la bioquímica, la biotecnología, la ciencia de materiales e ingeniería bioquímica y de bioprocesos-, busca crear células artificiales que den lugar a la nueva generación de biofactorías capaces de sintetizar moléculas de alto valor añadido, como fármacos, cosméticos, aditivos alimentarios y polímeros, a partir de materias primas de origen renovable.

Este proyecto trata de poner la biología al servicio de la tecnología química para contribuir a la necesaria transición económica que llevará desde un modelo basado en materias primas fósiles, como el petróleo a una bioeconomía,  a otro capaz de generar desarrollo socio-económico sin dañar aún más la deteriorada salud medioambiental del planeta. «Es un proceso basado en enzimas para mimetizar esa red de reacciones químicas que se producen a nivel celular en nuestro organismo», ha explicado el bioquímico Fernando López Gallego. «De este modo se podría transformar cualquier residuo agroforestal que tenga aceites de desecho o materias primas, por ejemplo, todas estas plantas que se usan para la producción del biodiesel. En ese caso no lo transformaríamos en una molécula como combustible, sino en una molécula de química de alto valor añadido para hacer polímeros, fármacos o cosméticos».

«Esto significaría una revolución biotecnológica del mundo rural que que podría paliar los problemas de despoblación actuales, así como un cambio en la dinámica de los flujos migratorios», subrayó. «Si en los años 50 vivimos un éxodo de mano de obra poco cualificada hacia las ciudades, una revolución tecnológica, soportada por herramientas como las que propone Metacell, permitiría un flujo de profesionales altamente capacitados desde las ciudades al mundo rural donde se deberán implementar estas tecnologías para cimentar la nueva bioeconomía».

Además, el bioquímico manchego, que trabaja en el instituto mixto deinvestigación ISQCH de la Universidad de Zaragoza desde hace un año, ha destacado que «al contrario que las materias primas fósiles que están concentradas en puntos geográficos muy específicos, las materias primas renovables se encuentran distribuidas por todo el planeta, comoresultado de la actividad agrícola que genera gran cantidad de desechos (incluso excedentes) agroforestales con gran potencial de revalorización». De hecho, añadió, «estas materias primas no pueden ser procesadas en grandes instalaciones localizadas en pocos lugares, ya que su transporte sería muy costoso, por tanto deben ser transformadas en pequeñas biorefinerias distribuidas por todo el territorio, generando desarrollo tecnológico allá donde se generen estos desechos y excedentes agroforestales».

Natural de Villaminaya, y formado en las universidades de Castilla-La Mancha y la Autónoma de Madrid, después de un largo periodo en los Estados Unidos como investigador de la Universidad de Minesota y tras su experiencia industrial en REPSOL, en 2017 López Gallego empieza a formar parte de la Universidad de Zaragoza como investigador ARAID.

España ha obtenido 31 millones de euros en las ayudas 2018 «Consolidator Grants». España, con 16 ayudas, es el quinto mayor beneficiario de la Unión Europea por detrás de Reino Unido (55), Alemania (38), Francia (32) y Países Bajos (19), ha informado hoy en una nota de prensa el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. Las «Consolidator Grants» son ayudas de hasta 2 millones de euros para investigadores con entre siete y doce años de experiencia postdoctoral. De los proyectos españoles seleccionados, siete son del área de física e ingeniería, cinco de ciencias de la vida, y cuatro de ciencias sociales-humanidades.