Hispania Nostra espera el informe de Busquet para decidir

C.M
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El vocal del comité científico del colectivo cree que en el Ayuntamiento «de momento tienen claro que no van a hacer ningún movimiento hasta que esté el documento encargado al arquitecto»

Hispania Nostra espera el informe de Busquet para decidir

La visita del comité científico de la Asociación Hispania Nostra al espacio de Vega Baja de Toledo «para estudiar su posible inclusión en la Lista Roja» ha propiciado la reunión entre miembros del colectivo con el responsable municipal de urbanismo que, para la ocasión, tuvo a bien incluir en el encuentro al arquitecto y al arqueólogo de la casa. Durante el mismo, el equipo llegado de Hispania Nostra encabezado por Víctor Antona fue informado de «la complejidad» de un espacio en el que «hay varios propietarios de suelo, entre ellos la Junta» y que posee una evidente «importancia desde el punto de vista cultural».

Por ello, los integrantes del comité científico consideran imprescindible «alejar los debates que no llevan a ningún sitio y tratar de sentar, en la medida de lo posible, a todos los interlocutores válidos para tratar de llegar a soluciones razonables y duraderas en el tiempo». Porque, apuntó Antona, «lo que ahora se haga allí va a tener repercusión importante» en el modelo de ciudad que se desea para Toledo.

Sobre las explicaciones aportadas por José Pablo Sabrido, «nos vino a decir que han encargado unos documentos para la elaboración de un Plan Especial que marcará las líneas de lo que se puede o no hacer» para, una vez analizado, pueda «debatirse con los interesados en la zona» para «o trasponerlo a un Plan Especial o a las propias normas subsidiarias de la zona».

En este sentido, y ya que «de momento no hay nada irreparable», Antona apreció la necesidad de «tiempo y distancia para afinar el debate que aporte soluciones útiles y duraderas» porque «no será lo mismo si se respeta como zona cultural o de uso y servicios, a que se utilice de otra manera».

De hecho, y retrasando la decisión sobre el ingreso del espacio Vega Baja en la Lista Roja del Patrimonio «a la espera del documento», anotó Antona la receptividad del Ayuntamiento a «avisarnos cuando lo tenga sobre la mesa para verlo» y analizar si el mismo «responde a lo que debería ser el respeto a esa zona» porque «si toma decisiones que van en contra nosotras haremos lo solicitado, que es la inclusión en la Lista».

Conocedor de que este espacio lleva siendo de debate estéril durante más de 13 años, el que fuera jefe de Servicio de Archivos y Museos de la Junta tachó de «evidente» que en todo este tiempo «no se ha hecho nada, dejando que Vega Baja vaya languideciendo, que los yacimientos se cubran de maleza y que la señalética instalada se contemple destrozada». Una falta de intervención que «tampoco tiene  ningún sentido fosilizar porque poco a poco hay que ir tomando medidas de cara a que se decida qué hacer con el mayor respeto a lo que allí se conserva».

Y es que lo que más le preocupa es que lo que allí se desarrolle «va a suponer un modelo de ciudad para los próximos 100 años», materia sobre «la que hay que trabajar» ya que «no creo que nadie quiera tener un erial lleno de cardos con todas esas vallas puestas durante los próximos 50 años». Una situación, además, insostenible porque «la ciudad demanda sensatez».

El optimismo de Antona se confirma cuando señala que «afortunadamente la situación ahora está arrancando y lo que hay que evitar es que se tomen decisiones que puedan comprometer el uso y el disfrute de ese espacio por parte de la ciudad». Una vez dicho esto, insistió en apreciar que «mientras no haya nada que sea irreversible, siempre hay tiempo y margen para seguir hablando y negociando para llegar a un acuerdo que, posiblemente, no satisfaga a todos». Sin embargo, ese puede «ser ese punto intermedio al que se llegar entre todos» porque «más vale un mal arreglo que un buen pleito».

El «impacto» de los edificios de Santa Teresa. En cuanto a la sí ejecutada decisión de construir varias moles de edificios (una ya finalizada y otra en proceso) en la zona cercana al barrio de Santa Teresa, Víctor Antonia aludió al «fuerte impacto visual sobre el propio Casco», daño ya irreparable al que se uniría la posible edificación del cuartel de la Guardia Civil en el otro extremo del lugar, decisión que «cambiaría radicalmente la visión del Casco desde el único sitio que ya le queda».

Sobre la pregunta, al concejal de Urbanismo, del planteamiento mantenido por el Ayuntamiento en torno al futuro cuartel, «nos dijo que es un terreno de Defensa» aunque, naturalmente, «la licencia la deben otorgar ellos», ante esta respuesta el vocal del comité científico de Hispania Nostra cree que «de momento tienen claro que no van a hacer ningún movimiento hasta que esté el documento encargado al arquitecto Joan Busquets» que será «a finales de año». Tiempo en el que «habrá que tomar decisiones y sentarse para decidir lo que hacer» porque todavía «hay mucho que decir».

Tanto que, junto a ellos y a Icomos, está por conocer el contenido del estudio que el Ministerio de Cultura ha solicitado a la Real Academia de San Fernando.

 

Sobre el poderoso caballero.

Víctor Antona recogió el guante municipal relativo al asunto económico al asegurar que «también hay que tener en cuenta que el levantamiento de los derechos de los propietarios tiene un coste del que hay que ser consciente a la hora de buscar soluciones». Esta premisa es «importantes» pese a que «es verdad que en su momento se indemnizó a los propietarios y eso supuso un esfuerzo económico tremendo», por lo que «ahora se podría negociar con los propietarios en otras zonas o pagarlos». Asunto que requiere, claro está, «que alguien debe poner el dinero sobre la mesa» y ya se sabe que cuando se habla de gastos pocos son los que se prestan voluntarios.