«La pandemia no estaba prevista y en las leyes tampoco»

M.G.
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«Tras nueve meses aún no hay una ley clara para evitar la disparidad de criterios»

«La pandemia no estaba prevista y en las leyes tampoco» - Foto: David Pérez

El Palacio de Justicia de Toledo sigue expectante los cambios que se avecinan en los próximos meses. Después de años de falta de inversión, de juzgados y de medios materiales, el Ministerio de Justicia  se ha fijado en Toledo para poner en marcha el octavo juzgado mixto en unos días, especializar el de lo Mercantil, tantas veces solicitado por el anterior juez decano, Juan Ramón Brigidano, y por el actual, José Ramón Bernácer, y ya tiene sobre el papel la creación del noveno juzgado mixto y uno más de lo Social el próximo año. Los cambios exigirán reformas puntuales en un edificio relativamente joven que pronto acusará falta de espacio a pesar de que se proyectó con metros de reserva. Los nuevos órganos tendrán que encajarse como ‘un tetris’ en las dos plantas existentes, pero estas dificultades compensan sin duda porque ayudarán a agilizar materia y a adecuar esas cargas de trabajo imposibles que mantienen algunos de los juzgados desde hace años.

Llevamos un año complicado con la pandemia y su repercusión en la actividad judicial. ¿Cómo marchan los juzgados de Toledo en estos momentos?

El retraso se produjo en los meses de confinamiento, pero a partir de septiembre, el momento clave para retomar cierta normalidad, estamos contentos. Había muchas incógnitas, pero vamos bastante bien a todos los niveles. Hay juzgados que han podido realizar juicios telemáticos, un sistema que funciona más o menos bien aunque haya algunos problemillas, y el resto de juzgados también van funcionando. No se trata de adelantar mucho el retraso porque es imposible, pero se va recuperando una cierta normalidad de celebración de juicios. El balance desde septiembre es relativamente bueno.

Los juzgados continúan con medidas sanitarias y de seguridad importantes, imagino.

Sí. Llevamos bien las medidas de seguridad, aunque hay que tener en cuenta que cuando hay afluencia de gente se producen algunos problemas puntuales. A veces, se retrasan los juicios y se van acumulando personas en los pasillos, pero ocurre puntualmente cuando se señalan muchos juicios a la vez. Tampoco las circunstancias del edificio ayudan, pero se está haciendo bien, se controla el acceso en la puerta y únicamente se permite el paso a los ciudadanos con cita previa.

Hubo muchas críticas de los operadores jurídicos por el hecho de que agosto haya sido un mes hábil. ¿Ha servido para sacar adelante trabajo atrasado o para mantener a buen nivel la actividad judicial tras el parón de la pasada primavera?

No ha servido de mucho y todo quedó muy diluido. La habilitación fue durante diez días, se emitió una contraorden diciendo que en ese periodo se evitasen ciertas notificaciones  y algunas actuaciones, con lo que la medida no ha servido para nada ni  ha supuesto un avance. El trabajo comenzó a sacarse adelante en julio y en septiembre. Además, también se nos impuso a los jueces que cogiésemos las vacaciones en agosto y si no estábamos nosotros tampoco había actuaciones judiciales.

El 31 de octubre entra en marcha el octavo juzgado mixto para  Toledo capital. Este nuevo órgano ayudará a mejorar la agenda y a descargar otros órganos. ¿También llevará la materia de las cláusulas suelo finalmente?

Ahora se avecinan muchos cambios y hay que verlos todos a la vez. A partir del 31 de octubre entra en funcionamiento el juzgado número 8 y en materia civil va a llevar únicamente cláusulas suelo. Sin embargo, no se puede organizar de manera aislada porque el juzgado mixto número 1 va a convertirse en juzgado de lo Mercantil exclusivo en enero, con lo que  si en estos meses contamos con ocho órganos mixtos cuando comience el año nos quedaremos otra vez en siete. Además, también está prevista la creación del noveno juzgado mixto y nos permitirá también separar las jurisdicciones a lo largo del próximo año, un deseo que teníamos desde hace mucho tiempo. En 2021 estaremos en una situación transitoria para ir ajustándonos y lo previsible es que el siguiente año vayan separados los juzgados de primera instancia y los de instrucción.

Las cláusulas suelo siguen dando mucho trabajo en los juzgados. Con la paralización judicial por la pandemia en la pasada primavera se suspendieron alrededor de 700 juicios. ¿Cómo está ahora mismo esta materia?

Se trata de una materia que se ha ido relajando y han ido entrando menos asuntos. Hay que tener en cuenta que hace dos años se produjo un boom y entraron más de 4.000 asuntos. El año pasado ingresaron cerca de 2.500 y este año es extraño y no es indicativo. En lo que llevamos de año han entrado unos 1.100 asuntos, pero es previsible que en los dos últimos meses ingresen muchos más porque hay muchos abogados que están esperando la entrada en vigor del juzgado número 8 para presentar demandas.

Además, todo lo que se suspendió con el confinamiento lo irá sacando el juzgado número 1, también de lo Mercantil, que lleva las cláusulas suelo. Aunque se creen nuevos juzgados los asuntos que empieza a tramitar un órgano tiene que terminarlos. La situación es difícil porque hay procedimientos que entraron en 2019 pendientes de incoar e iniciarse el procedimiento. Por tanto, van a quedar muchos asuntos por resolver. Y paradójicamente, los que se presenten en 2020 saldrán antes que los más antiguos por esa carga de trabajo del juzgado número uno.

¿El hecho de que el juzgado de lo Mercantil se convierta en exclusivo en enero puede ayudar también a que se produzca la especialización de otros órganos, como el juzgado número 5, el de  Violencia sobre la Mujer?

No tiene que ver. Al especializarse el juzgado número 1 y ser de lo Mercantil perdemos uno de primera instancia e instrucción y cuando haya separación de jurisdicciones dará lugar a que haya cinco juzgados de primera instancia -civiles- y tres de instrucción y de estos tres uno llevará los asuntos de violencia sobre la mujer, con lo que no sería viable dedicarlo en exclusiva y que el resto llevase la materia penal. La pretensión de siempre es que se cree un juzgado exclusivo que lleve el partido judicial de Toledo, Illescas y Orgaz, por ejemplo, porque daría para ello.

Antes hablaba de la entrada del noveno juzgado mixto, como ya ha adelantado el Ministerio de Justicia, pero también entrará en marcha otro de lo Social en Toledo, un órgano muy necesario.

Era otra demanda desde hace muchos años. Los juzgados de lo Social  de Toledo -también hay otro en Talavera de la Reina con mucho trabajo- tenían una carga de trabajo de más el 200%, con lo que hacía el doble de lo razonable. Además, viene muy bien anticipando la situación que pueda venir porque la entrada de asuntos en lo Social este año no está siendo muy alta, sobre todo, por el tema de los ERTE, pero una vez que finalicen se prevé una avalancha de demandas. Y hay que sumar también que ya había suficientes asuntos para uno nuevo.

Al Mercantil también le pueden llegar muchos concursos dentro de meses debido a la delicada situación económica que está dejando la pandemia de coronavirus, ¿no?

Sí. El Mercantil también tiene una carga de trabajo de casi el 200%, casi el doble, así que tampoco es descartable que en unos años se solicite otro juzgado de lo Mercantil para Toledo. El problema es siempre el mismo, Toledo es una provincia con mucha población y mucho movimiento y todos los juzgados de ámbito provincial tienen mucha carga de trabajo. La ciudad resulta engañosa porque Toledo es una capital pequeña, pero la provincia tiene mucha población.

¿Cómo se están portando las nuevas tecnologías ahora que son mucho más necesarias por la situación actual?

A raíz de todo esto, la administración de Justicia ha adelantado lo que no se había hecho en cinco o seis años, aunque puedan producirse algunos fallos al principio. Ha habido avances tecnológicos que van haciendo posible muchas cosas. Los juzgados de lo Contencioso-Administrativo, donde la asistencia de ciudadanos y testigos es menor, realizan de manera telemática la mayor parte de los juicios y funcionan razonablemente bien. A parte de los funcionarios también se le ha ofrecido el teletrabajo, pero hay ámbitos en los que resulta imposible como en el Penal, ya que el juez tiene que ver a los testigos y al acusado para poder valorar su declaración.

La pandemia de covid-19 está obligando a decretar muchas medidas sanitarias y obliga, en muchas ocasiones, a la intervención judicial. ¿En Toledo los juzgados están teniendo  también este papel en relación a los confinamientos y el cumplimiento de las cuarentenas?

La novedad fue en Toledo y en los demás juzgados en general de España por el hecho de que las medidas que acuerda la administración tienen que ser ratificadas por los juzgados de lo Contencioso-Administrativo. En agosto fue complicado no por el número, pero sí en cuanto a la novedad porque se daba la circunstancia de que la obligación de coger vacaciones en ese mes provocó que los jueces de lo Contencioso estuvieran de vacaciones y era el juez de guardia se tuvo que hacer cargo.

Aun así, no se trata de una materia especialmente complicada, pero sí novedosa y, sobre todo, poco clara a nivel legislativo y es lo que ha dado lugar a que haya pronunciamientos distintos  según el juzgado, el tribunal o la comunidad autónoma. No había una ley preparada para este tipo de situaciones y es lo que está ocurriendo  en la Comunidad de Madrid.

En volumen no está llegando mucha materia y son asuntos que se resuelven rápido y las restricciones sanitarias en distintas localidades han necesitado ratificación judicial  y se ha hecho sin mayor problema.

Entonces sería necesario unificar criterios...

Sería necesario una ley clara porque los jueces lo que hacemos es interpretarla. Por tanto, si es más clara, más uniforme será la interpretación. Pero era imposible prever esta situación y las leyes que teníamos no lo contemplaban. El problema es que nueve o diez meses después tampoco tenemos una ley clara para no tener tanta disparidad de criterios.

Desde hace meses se habla en el ámbito nacional de la posibilidad de que lleguen demandas a los juzgados contra actuaciones de la administración por la gestión de la pandemia y por las consecuencias. ¿En Toledo se han recibido algunas?

No. A nivel de los juzgados de Toledo apenas nada, sin volumen significativo. Ningún juez me ha comentado que haya un volumen importante. Quizá sea pronto, pero en este partido judicial no.

En la memoria de la Fiscalía General del Estado del año pasado los fiscales de Toledo ponían de relieve su preocupación por la cantidad de víctimas de violencia de género que no declaran y dejan el procedimiento.

Es una problemática, efectivamente. Además, pone de manifiesto que al tema de la violencia de género hay que darle una respuesta desde muchos ámbitos y no sólo desde el ámbito penal y judicial.  Todavía cuesta mucho interponer una denuncia y una vez que se lleva a cabo es difícil que las víctimas continúen el procedimiento. Por este motivo, hay que afrontar este problema a todos los niveles, incluido Servicios Sociales, porque si no se soluciona puede pasar que en el procedimiento  judicial no comparezca la víctima y no declare y si no hay pruebas hay que terminar absolviendo.

La peor violencia doméstica es la que existe y no  llega a a oídos de nadie, por eso las campañas insisten a familiares, vecinos y a todos los que tienen conocimiento de una posible víctima. Se trata de hacer algo porque los casos de violencia más graves son aquellos de los que no sabemos nada.

Y en la Memoria de la Fiscalía de Castilla-La Mancha de 2019, publicada recientemente, se observa un aumento de los delitos sexuales cometidos por menores. ¿Es significativo en Toledo?

Sí. La delincuencia juvenil es muy variable y cambia muy rápido. Llevamos unos meses en los que los delitos de naturaleza sexual van en aumento, tanto en abusos como en agresiones sexuales. También ocurre lo mismo en otros delitos más peculiares como casos de difusión de pornografía infantil, el sexting y la difusión de imágenes.

La mediación intrajudicial no ha terminado de cuajar en los juzgados de Toledo a pesar de los intentos en los últimos años. ¿La nueva ley que se está preparando ayudará?

No se sabe, según sea la ley. La mediación tiene sus ámbitos también. En la jurisdicción  de Menores la mediación funciona desde el año 2000 y lo hace muy bien. Además, se resuelven tantos asuntos por mediación como sentencias pone el juzgado. En el ámbito del derecho de familia, separaciones y divorcios, va funcionando, con sus dificultades. Lo que hay que hacer es una apuesta firme por la mediación y que es posible y conveniente en muchos casos, con lo que es necesario dotarla de medios en todos los ámbitos.

También es cierto en que en determinados ámbitos es más difícil, como ocurre en el derecho penal, puesto que en delito graves es imposible pensar en ello.

Los jueces siempre abogan por la independencia judicial. La renovación del Consejo General del Poder Judicia (CGPJ) se está politizando y es uno de los temas de actualidad más preocupantes para el ámbito judicial. ¿Qué opina de esta problemática?

Lo veo con mucha preocupación porque si el sistema que teníamos ya era malo puede ir a peor. Hay algunas asociaciones judiciales, entre las que pertenezco, que han defendido que los vocales del Poder Judicial los elijan los jueces y no los políticos y es muy peligroso que haya esas cuotas de poder  y los políticos se repartan a los jueces afines. Además, la reforma que parece que se avecina es mucho peor porque ya no sería necesario que los partidos se pongan de acuerdo, simplemente el que gobierne en ese momento nombraría a todos los vocales para cinco años.

Lo considero preocupante, pero no porque esté en juego la independencia de cada juez en cada partido judicial porque los jueces al hacer nuestro trabajo somos independientes, pero esta situación crea una importante sospecha respecto al ciudadano y, sobre todo, en asuntos importantes. Un Consejo General del Poder Judicial politizado que tenga que elegir después a los magistrados del Tribunal Supremo, que finalmente juzgará a los políticos, ¿qué credibilidad puede tener de cara a la opinión pública? Me parece muy grave.