«Si el caso UCOTA no se hubiera ganado, me habría marchado"

Leticia G. Colao
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El secretario general del Ayuntamiento talaverano, Antonio López Abarca, se jubila después de 23 años y deja vacante el puesto de más responsabilidad de la administración local

«Si el caso UCOTA no se hubiera ganado, me habría marchado" - Foto: Manu_Reino

Es tiempo de cambios en el Ayuntamiento de Talavera. No sólo de entradas con la nueva Corporación sino también de salidas, con algunas tan significativas como la del secretario general del Ayuntamiento durante los últimos 23 años, Antonio López Abarca.

El pasado jueves fue su último día en el despacho junto a Alcaldía, prácticamente vacío cuando recibe a La Tribuna. La jubilación, tres prórrogas después, se hace efectiva para el funcionario de mayor alto rango en el Consistorio, cargo que ha ocupado con carácter accidental desde el año 96, cuando su antecesor fue inhabilitado para su desempeño, y desde 2001 de pleno derecho. No obstante, López Abarca ha cumplido 30 años en el Ayuntamiento, al que llegó el 16 de junio de 1989 como Oficial Mayor.

Antes de su labor pública, trabajó durante 17 años en la empresa privada, cargo que abandonó en 1975 tras una crisis económica «muy similar a la de ahora, desde 2008». Fue entonces cuando comenzó a preparar oposiciones que le llevaron, como primer destino, a ser secretario de entrada en el Ayuntamiento de Almorox, también en la provincia de Toledo. Tras concursar y superar después la categoría superior para ser funcionario habilitado nacional, obtuvo Talavera como destino y aquí se juntaron no sólo las mejores condiciones profesionales sino también familiares, al obtener igualmente su mujer destino como profesora, explica.

Se ha situado siempre a la derecha del alcalde, ahora alcaldesa, en  el Salón de Plenos, donde se ha mostrado más visible, aunque su trabajo principal ha estado lejos de los focos mediáticos.

En este tiempo como secretario, ha ejercido de director de los servicios jurídicos del Ayuntamiento, donde ha liderado algunos de los procedimientos legales más complicados a los que se ha enfrentado la ciudad, en algunos de ellos, incluso, «ligando mi futuro profesional», dice.

Es el caso de la expropiación del solar de UCOTA para la construcción del parque infantil junto a Los Tres Olivos. El ya ex secretario recuerda que de un «expediente expropiatorio normal contemplado en el Plan General» y que siguió el procedimiento ordinario en este tipo de casos, finalizó en sede judicial, algo de lo más normal si no fuera porque un solar de 2.675, 20 metros cuadrados podrían haber supuesto la bancarrota de la ciudad. En el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha pasaron a valorar en casi 60 millones de euros con intereses incluidos, un terreno que tanto el Ayuntamiento como el jurado regional de valoraciones establecían en algo más de 300.000 euros.  

Fue con el Gobierno de José Francisco Rivas, recuerda el secretario, y con el liderazgo de Gonzalo Lago en la oposición, quien apostaba por una negociación con la empresa que López Abarca no aprobó nunca. «La sentencia era un disparate, no había posibilidad de negociación ninguna en algo que llevábamos toda la razón y yo aposté por el recurso en casación en el Supremo, que era un peligro si perdíamos porque era la ruina para el Ayuntamiento», recuerda. Era tal la envergadura del asunto, que de no resolverse favorablemente, «hubiera entonado el mea culpa y me hubiera marchado, aunque tuvimos la inmensa suerte de que el Supremo nos hizo caso y lo ganamos».

Algo similar ocurrió con los intentos de demolición de la superficie comercial de Carrefour liderada por Fepemta, «que está ahí de milagro por una estrategia jurídica que se siguió y donde supimos defender muy bien los derechos del Ayuntamiento»; o el caso del derecho de superficie de El Corte Inglés, ejemplos todos ellos de que en Talavera «para resolver los grandes temas nos hemos encontrado siempre con muchas dificultades, trabas, recursos...».

Ante tanto quebradero de cabeza, el ya ex secretario se lleva como satisfacciones en estas tres décadas «haber trabajado muy a gusto en este Ayuntamiento». Así, reconoce «y es de justicia decir que todos los políticos del signo que hayan sido, han respetado siempre mis opiniones, facilitando el ejercicio de mi labor, y eso no se produce en todos los ayuntamientos»; tanto es así, que asegura que Talavera funciona como Ayuntamiento a un nivel de notable alto, «en algunos aspectos mejor incluso que en Madrid».

Entre sus funciones se incluye además la de asesor no solo del alcalde/sa o los concejales sino para cualquier órgano de la Corporación ante la más mínima duda. En este aspecto, y dentro de su especialidad como urbanista, López Abarca recuerda que en las últimas tres décadas ha cambiado «y mucho» el propio modelo de organización municipal, especialmente en este área, «que no contaba con ninguna formación» en el año 89.

Desde este año, comenzó a promoverse el Plan General, que se desarrolló casi en su totalidad por parte de los funcionarios municipales, se separó el servicio de Urbanismo en Oficina Técnica y otro área para Planeamiento, Gestión y Licencias, o se dio forma al Plan Especial de Protección del Casco, realizado «por una persona brillante como es Santiago Rodríguez Gimeno». A partir de entonces, explica, «se empieza a notar otro tratamiento» en el urbanismo en general y la zona histórica en particular.

 

Plaza vacante. No lo tendrá fácil el sustituto de Antonio López Abarca con un predecesor con tantas victorias judiciales en su trayectoria durante el mandato de ocho alcaldes. Entró al Ayuntamiento con González Madrid, tras él llegó Corrochano, Flores, Carriches, Rivas, Gonzalo Lago y Jaime Ramos, así como los primeros 15 días de García Élez, a quien acompañó en el Pleno de Investidura.

La plaza del funcionario de mayor responsabilidad del Consistorio se queda vacante hasta que salga el concurso para funcionario habilitado nacional de categoría superior. Mientras, actuará como secretario accidental el Oficial Mayor, José Antonio del Valle.