Nueva derrota del Madridejos, esta vez para truncar la racha de dos victorias seguidas que encadenaba el conjunto de Pedro Velasco. Si bien el rival no era otro que el líder destacado del Subgrupo B, el Marchamalo, el cuadro local hizo un partido por debajo de su nivel y fue incapaz de darle trabajo al guardameta Jony.
No se esperaba el cuadro toledano el nivel de su huésped, el Marchamalo, y su capacidad de arrollarlo en apenas 40 minutos. No fue, no obstante, por falta de avisos, porque Nachete ya disparó con mucho peligro al poco de empezar. Sin apenas dar descanso, el capitán del equipo gallardo, Manu, recibió el balón en banda izquierda en una mala transición defensiva madridejense, trazó la diagonal al centro y disparó pegado al palo, con la mala suerte de que el esférico botó antes de que Roy pudiera desviarlo, con lo que supuso el primer tanto del Marchamalo. El gol dejó totalmente noqueado al equipo toledano, que apenas cuatro minutos después volvió a recibir otro mazazo: en esta ocasión, Josemi recibió en el área y tiró con la izquierda al palo largo.
El torrente de oportunidades siguió creciendo ante la imposibilidad del Madridejos de cortar la hemorragia y devolver los golpes al equipo gallardo. Tras algunos minutos de calma, Danilo habilitó a Josemi para dejarlo en un mano a mano ante Roy, en una acción que el cancerbero desbarató atajando el intento de vaselina. También se empleó a fondo para mantener el 0-2 al parar un penalti a Josemi, pero no pudo atajar el balón, que peleó Manu para asistir a Alvarito y hacer así el 0-3 en unos primeros 40 minutos de partido en los que el Madridejos no fue capaz de desactivar la fluidez y empuje del equipo visitante.
Tras el descanso, Pedro Velasco hizo un triple cambio y el equipo madridejense mejoró, pero no consiguió dar con la tecla. De hecho, Alvarito estuvo a punto de hacer el cuarto en una contra llevada de manera brillante por Manu, pero Roy desbarató otra vez la opción visitante. Lo mejor en ataque del equipo local fue una internada de Gastón por banda izquierda que acabó con un centro raso y tenso que Carpin estuvo a punto de meter en su portería.