Javier Mateo: «El problema de los desahucios parece que no existe y no es verdad»

Texto | f. Frutos
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Entrevista a Javier Mateo, Concejal de Servicios Sociales

Trabajo no le va a faltar, su Concejalía es grande y variada.
Es un campo muy amplio que desafortunadamente la gestión estos últimos años, por recorte de presupuesto, ha estado más dirigida a cuestiones de ayuda de emergencia o de exclusión social. Quizá las circunstancias han llevado a dejar de lado toda la parte de intervención comunitaria y programas de prevención que es lo que me gustaría ahondar esta legislatura.
¿Qué hace falta para jugar esa carta?
Que lleguemos a un acuerdo competencial, de contenidos y financiación, con la Junta de Comunidades. El área de Bienestar incluye guarderías, ayuda a domicilio, el plan concertado de servicios sociales, el plan local de integración social (PLIS) y otro montón de cosas que van surgiendo.
¿El demandante de estos servicios debe tomar la iniciativa o es el Ayuntamiento quien localiza el problema y da el primer paso?
Tenemos la distribución de equipos de trabajadoras sociales y educadores en cuatro distritos para atender directamente los casos que llegan, por cualquier vía. Ese trabajo de campo luego tiene una coordinación dese el Ayuntamiento y en los temas que se salen de los protocolos habituales se discuten y se buscan soluciones. La estructura, de momento, a mí no me parece mal.
¿Es suficiente el personal profesional?
En servicios sociales nunca estamos bien y en esta época menos. La pasada legislatura hubo gente del PLIS a la que no se renovó el contrato, con lo cual se perdió potencial tanto en número como en calidad del trabajo. El personal que tenemos creo que no es suficiente para abarcar hasta donde quisiéramos pero también existe coordinación con entidades sociales que colaboran con el Ayuntamiento; es un recurso más que en líneas generales funciona bastante bien.
¿Diría que la ciudad está suficientemente cubierta para que  no se escapen casos de extrema necesidad sin atender?
Si hablamos de extrema necesidad creo que se escapan pocos, aunque seguro que alguno queda sin atención. He sido profesional de los servicios sociales doce años y la sensación es que nunca llegas hasta el final. Además hay campos en los que no se ha trabajado, al menos desde el Ayuntamiento o de forma organizada, como es el tema de los desahucios. Estamos recopilando datos para que a principios de septiembre pongamos sobre la mesa vías de apoyo a estas personas. 
Aparte de pedir a la Junta que ponga a disposición sus pisos vacíos, ¿el Ayuntamiento tiene viviendas para dar respuesta?
Tenemos un parque de viviendas escaso y, ahora, ocupado. No dispone de viviendas libres, aunque alguna hay de la EMV que estamos trabajando en esa cuestión. Pero el parque de vivienda en Toledo no es tan escaso.
¿Propiedad de quién?
Tanto viviendas públicas, en especial de la Junta, como de las entidades financieras que están vacías. Esa es la clave para buscar soluciones habitacionales a personas con problemas serios de desahucio. El Ayuntamiento debe tratar de mediar, aunque no sea competencia nuestra. Me interesa mucho dar visibilidad a un problema que parece que no existe en Toledo, y no es verdad. Presentaremos datos en septiembre. Es cierto que nada tiene que ver con lo que ocurre en otros sitios pero hay algunas situaciones bastante trágicas. 
¿La mediación ha empezado a funcionar?
Las  entidades financieras van entrando, algunas se han puesto en contacto ellos con nosotros... Se puede trabajar, si no en la solución de un problema que es sistémico, en atender los casos puntuales que vayan surgiendo.
En cierta forma el asentamiento del Cerro de los Palos tiene que ver con esto pero no se  conocen medidas para corregirlo. ¿Abordará este caso?
El Cerro de los Palos es una asignatura pendiente de este Ayuntamiento con independencia de quién lo haya gobernado. Es un asentamiento que no tiene las condiciones mínimas y dignas para que viva la gente. Ya se me ha planteado qué voy a hacer y por ahora lo que puedo decir es que voy a estudiármelo bien, a ver si tenemos una buena coordinación con la Junta y podemos dar una respuesta. Pero hay una condición sine qua non: esto no es una cuestión de desalojo sino de realojo y de seguimiento con programas para las familias. Si no, no hacemos nada.
¿Cómo se soluciona un asentamiento?
La solución, y me da lo mismo el Cerro de los Palos que el Cavero (Olías), no es buscar una alojamiento a las familias, eso sólo soluciona el techo pero no abarca el problema. Si los realojos no van acompañados de un seguimiento de los profesionales de servicios sociales, preferiblemente de la Administración pública, con programas de seguimiento familiar, etc., no tiene sentido abordarlo porque termina mal. Tengo cuatro años por delante para abordarlo con seriedad.
¿El precedente en las 48 viviendas (Polígono) la vale como referencia?
Desde el punto de vista urbanístico fue un acierto cómo se gestionó; desde el punto de vista social hubo errores de origen. La Junta de Comunidades entendió que el equipo que debía tratar el problema debía ser propio y privado, en su derecho está, pero a penas tuvo contacto con los servicios sociales y con las entidades que llevaban años y años trabajando en las 48. Eso hizo perder mucho tiempo y dejar de lado puntos de vista que podían ser interesantes. 
¿Por qué se llegó a ese punto de deterioro?
La Administración fue la máxima responsable de que se llegara a aquella situación por falta de atención, por abandono y por no coger el toro por los cuernos desde el principio; por concentrar a un montón de familias en serio riesgo de exclusión en cuatro bloques. Eso no cabe en cabeza humana. Espero que hayamos aprendido la lección todos, el Ayuntamiento, la Junta y los demás. Por mi vinculación directa al Polígono en aquel momento tengo trato con algunas familias que estaban allí; unas han salido adelante de forma muy digna, otras aún lo están pasando mal porque ha faltado el seguimiento.
Para la integración, después del realojo, ¿qué es lo más importante?
El empleo es básico. Antes hay que trabajar habilidades sociales para que se relacionen con su entorno, formación que cubra sus carencias... Después, sin empleo no hay nada que hacer. Y la parte educativa es fundamental. El Ayuntamiento, directamente o con entidades sociales, han hecho una labor muy importante, con altibajos en el número de niños escolarizados. Empleo, estabilidad en las familias y habilidades relacionales son claves.
¿Las empresas pueden ayudar a esa integración?
La responsabilidad social corporativa tiene cosas muy interesantes. Estamos desarrollando programas en el Polígono financiados por entidades bancarias, y no para plazos de un mes sino para proyectos de tres años. Los profesionales de servicios sociales lo que debaten es que toda ayuda es bienvenida pero no puede sustituir el papel de la Administración como garante de los programas sociales.
¿Se va a incentivar a las empresas que contraten?
Me parece una medida de cajón, pero que contraten. Nosotros vamos a estar muy vigilantes. El Ayuntamiento no puede ser cómplice de trabajos precarios o poco dignos, por acción u omisión, con sus concesionarias, con las colaboradoras ni con ninguna empresa que tenga relación. Yo he empezado con el pliego que saldrá en breve para la ayuda a domicilio que incluirá valoración sobre condiciones laborales más allá de lo que pide la ley sobre convenios, igualdad, discapacidad, etc. Hay que hacer pedagogía del buen empleo en las empresas privadas.
Usted ha hecho otros guiños a las pymes, como una posible rebaja de la tasa de basura. ¿Las empresas van a dejar de exprimirse?
Las empresas y comercios, pequeños y grandes, son importantes. Hay quien se empeña en acusarnos de que vamos a nacionalizar ‘La Casera’. No, no, ni mucho menos. En la tasa de basura es evidente que poner en marcha algo nuevo ha llevado desajustes. Hay que revisarlo por pura lógica. El apoyo a las empresas también hay que darlo, pero debe ser recíproco y que vaya más allá del postureo, los vinos conjuntos y los anuncios que se quedan en nada. De grandes anuncios, los cuatro años anteriores, hemos tenido para aburrir. No había ni una gran empresa que no fuera a asentarse en Toledo... y al final no ha venido ninguna. Hay que trabajar de forma más seria. 
¿Cabe esperar alguna novedad en este campo?
Ganemos, y el PSOE tiene en su programa algo parecido, ha propuesto crear la oficina de captación de empresas con la idea de animar que vengan firmas serias, que creen unos cuantos empleos estables y dignos. Ese es nuestro trabajo; a las empresas lo que haga falta porque las pyme dan el 90% del empleo y bastante castigo han tenido estos cuatro años.
¿Dónde van a encajar a las empresas que quieran venir si el Plan de Ordenación Municipal está como está?
Disponemos de seis millones de metros cuadrados en la ampliación del Polígono Industrial. Un millón de ellos están listos para empezar. Es una cuestión de voluntad y pese a la actitud ceniza de algunos de que Toledo se tiene que parar este equipo de Gobierno tiene claro que la ciudad no va a detenerse, pase lo que pase. Desde luego no vamos a convencer a una empresa para que venga y luego decirle que se espere que tengamos un nuevo POM porque acabará yéndose al pueblo de al lado y no nos lo podemos permitir.
Entonces para Javier Mateo el POM de 2007 está vigente, sin duda.
No digo eso. Las resoluciones judiciales dirán lo que corresponda. Pero en la Junta de Gobierno seguimos tramitando licencias. ¿No las damos, o qué? Claro que las damos. Ya veremos las consecuencias que pueda tener pero la ciudad no se puede parar. Por eso el compromiso de en año  y pico tener esbozado el nuevo POM, a expensas de lo que digan los jueces que algunos concejales lo tienen muy claro y otros no tanto.
Al margen de ese terreno, ¿hay alternativas para las empresas?
Hay centros comerciales que tienen mucho espacio libre. Y queda por abordar el plan de apoyo al pequeño comercio que genera empleo y enriquece la vida de los barrios. Santa Teresa parece que empieza a repuntar, porque era un erial. En el Casco hay que dar una vuelta a alguna zona para que no se conviertan en una sucesión de tiendas de lo mismo.
El empleo también es un compromiso electoral para luchar contra los efectos de la crisis. ¿Qué presupuesto destinarán el año que viene a estos programas?
Espero que la Junta ponga en marcha los planes de forma decente, no como hasta ahora. Del presupuesto 2016 no hemos empezado a hablar, lo haremos a la vuelta de verano. 
¿Cuál es su idea?
La reserva presupuestaria para empleo, llámese fondo de contingencia social o como se quiera, es importante. Si las cosas fueran tan bien que no hiciera falta utilizarlo ya lo gastaremos en otra cosa. Además, hasta ahora la participación y la transparencia no tienen partida presupuestaria y este Gobierno y los partidos que lo sustentan han hecho gala de ello durante la campaña pero las intenciones políticas no son realidad hasta que se reflejan en el presupuesto, y ahí tenderemos que echar el resto.