La resurrección del río Gévalo, en vivo

J.M.
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Un vecino de Robledo del Mazo graba la recuperación de la vida en el cauce, seco durante el verano, tras la tormenta. «No lo había visto nunca», afirma este guía del paraje jareño

Eduardo Fernández cumplirá el jueves 68 años y se ha anticipado a la celebración con un regalo para sí mismo. Este vecino de Robledo del Mazo, que ejerce de guía del Valle del Gévalo, salió de su casa el pasado día 31 de agosto hacia el cauce del río del mismo nombre. Estaba seco, como de costumbre en verano. Pero este hostelero y camarero jubilado barruntaba probablemente que vería un hecho extraordinario. Y lo consiguió y lo ha compartido en un vídeo de un cuatro minutos que ha merecido en menos de una semana más de 30.000 visualizaciones.

Eduardo, Edu para los amigos, se aburría en casa tras la tormenta y salió a captar instantáneas, habitual en un fotógrafo aficionado como él. «Oigo un murmullo y empieza a asomar el agua», explica este jareño , quien subraya la dificultad de presenciar la avenida de agua en el cauce de un río. Pero el teléfono móvil captó cómo, en cuestión de segundos, el agua se apoderaba de su territorio y volvía a la vida el río Gévalo. «Es como el monzón en pequeño. No lo había visto nunca», apunta.

El río Gévalo nace en Piedraescrita y sigue su curso por la comarca de La Jara hasta La Fresneda. Continúa en Alcaudete de la Jara y desemboca en el Tajo a la altura de Talavera. Da nombre popular al Valle del Gévalo, que comprende la localidad de Robledo del Mazo y sus cuatro pedanías (Las Hunfrías, Navaltoril, Robledillo y Piedraescrita). Entre las bellezas naturales del lugar, figura la garganta de Las Lanchas, una microrreserva que Eduardo conoce bien y donde guía a los visitantes. «Es una pasada», expresa sobre este lugar.

La resurrección del río Gévalo, en vivo
La resurrección del río Gévalo, en vivo - Foto: Vídeo: @edufernanded
«Me parece un vídeo muy interesante», comenta la alcaldesa de Robledo del Mazo, Ana Belén Galán, quien tampoco había visto nunca el momento del relleno del cauce de un río. El agua sigue pasando por el Gévalo, que normalmente recobra la vida hacia el mes de octubre. «Ha repercutido mucho», presume Eduardo sobre esa grabación de cuatro minutos que retrata el poderío de la naturaleza.