Casi en el tiempo de descuento se ha aprobado el trasvase del mes de marzo. Y no ha sido pequeño, sino de 38 hectómetros cúbicos, que es el máximo que permite la normativa cuando los embalses están en nivel 2 de reservas (en nivel 3 el máximo es 20 hectómetros cúbicos y en nivel 4 se prohíben los trasvases). El caso es que han subido de nivel por los pelos, por apenas cuatro hectómetros cúbicos, pero eso ha supuesto casi el doble de trasvase.

La Comisión de Explotación del Trasvase se celebró esta tarde y reanudó así una reunión de la semana pasada que el director general del Agua del Ministerio suspendió por una emergencia por inundaciones en la cuenca del Segura justo cuando tocaba aprobar el trasvase de este mes.

A 1 de marzo había 661,9 hectómetros cúbicos, pero se restaron los 66,6 que estaban pendientes de enviar desde que en octubre se cerró el canal por mantenimiento y reparación de averías. La resta ha dado 595,5 hectómetros cúbicos efectivos en cabecera, solo cuatro por encima de la barrera para marzo que implica subir al nivel 2: 591.

El vocal de los Ribereños en la Comisión, Francisco Pérez Torrecilla, culpa a que la ley dicta que en este nivel los trasvases son automáticos y no tienen que pasar por el tamiz del Ministerio, que últimamente los iba rebajando. «Es muy evidente que no lo necesitan en el Levante, es una enorme cantidad de agua que se va a llevar a una zona que hace unos días etaban con el agua al cuello», apunta.  

¿Y en abril? Torrecilla añade que el trasvase se ha aprobado aunque el informe técnico augura que en abril los embalses volverán  a bajar a nivel 3. A fecha de hoy tenían  726,48 hectómetros cúbicos de reservas, según el dato del Servicio Automatizado de Información Hidrológica del Tajo. Si se mantiene así para mañana, 1 de abril, fecha de referencia para el próximo trasvase, realmente se podría repetir la historia de marzo. Al restarle los trasvases pendientes, la cabecera quedaría por encima de los 586 del umbral de abril para pasar a nivel 2.