Portillo y sus 290 años de encierros

Dominguín
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Son de los encierros taurinos más conocidos de la provincia que acogen a miles de visitantes cada año. Hay documentos que datan al menos desde 1729, de la existencia de este tipo de festejos en la localidad, de ahí su arraigada tradición taurina

Portillo y sus 290 años de encierros

Hablar de encierros en Toledo, es sinónimo de hablar de Portillo y viceversa, hablar de Portillo es referirse a sus encierros de toros bravos. Todo aquel aficionado de la tierra que tenga algo de memoria, habrá oído hablar a los mayores de Portillo y sus encierros. Sobre todo, de la seriedad de sus astados, de su gran arraigo y de sus sinuosos recorridos por las angostas calles del pueblo.

Hay dato fehacientes y documentados que desde 1729 al menos, se celebrasen en esta localidad las carreras de toros por sus calles. Así lo recoge un escrito D. Juan Alonso Maldonado en su libro sobre la vida de San Germán, patrón de Escalonilla, lo que es prueba de la antigüedad de las celebraciones taurinas en Portillo de Toledo.

Dos fines de semanas han acogido estos festejos que se celebran en honor de los Santos Mártires San Cosme y San Damián, patrones de la localidad. No ha cesado la celebración de actividades relacionadas con ello, para todas las edades, incluyendo encierros infantiles y de bueyes pequeños que han hecho las delicias de niños y mayores.

Portillo y sus 290 años de encierrosPortillo y sus 290 años de encierrosPero lo que se disfruta de verdad es el toro en la calle. Se traen siempre el día anterior al pueblo, y son desembarcados en un corral prefabricado para la ocasión. Ahí los erales esperan que a la mañana suenen los tres cohetes que dan aviso para que se abran las puertas y salgan al asfalto de sus calles. El recorrido es normal que los novillos que se van a lidiar por la tarde, lo hagan al menos un par de veces, para disfrute y que los vecinos vean el trapío, algo muy importante a la hora de decidir si se asiste a los toros o no.

 Tras ello, acompañados siempre de una parada de bueyes mansos son conducidos hasta los corrales anexos a la plaza de toros para ser enchiquerados hasta la tarde. Es entonces cuando comienza la suelta de los animales de capea, los que corren calle arriba y calle abajo durante gran tiempo, dejando que se vean buenas carreras y grandes recortes en los viales de la localidad.

El pasado domingo y ayer sábado salieron varios astados por Portillo, siendo la mañana de hoy domingo la última oportunidad de poder ver uno de los encierros con más tradición en la provincia de Toledo.

Portillo y sus 290 años de encierros
Portillo y sus 290 años de encierros
Las tardes por su parte, el pueblo se vuelca en las novilladas, y llena el coso portátil cada festejo. Los novilleros acartelados se las tienen que ver con los erales quizás con más trapío en un festejo sin picadores en nuestra geografía. Es su bandera y su insignia, la seriedad y volumen de los novillos y todos son sabedores de ello, los que se ponen delante y aquellos que lo exigen en las calles y en la plaza. Esto es Portillo su esencia pura, que vive y se desvive por el toro bravo.