El PP alerta que la plaga del cactus invasor está echando a especies autóctonas

latribunadetoledo.es
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Gamarra denuncia que desde 2007 no ha hecho nada cuando había un estudio que daba la solución a cambio de invertir 30.000 euros

El PP alerta que la plaga del cactus invasor está echando a especies autóctonas

El cactus invasor que crece por las laderas del valle del Tajo está haciendo desaparecer de los alrededores de Toledo capital a especies autóctonas vegetales y animales, tales como «el zorro, el conejo y las ovejas». A falta de conocer la opinión de los pastores, el viceportavoz del PP municipal, José López Gamarra, dice que el asunto está tomando tintes de alarma porque el equipo de Gobierno del PSOE, con el alcalde a la cabeza, no le ha dado la importancia que tiene, no ha hecho nada para combatir la plaga y ha decidido que «los problemas no existen si no se habla de ellos».

Gamarra cree que Emiliano García-Page ha tenido tiempo para actuar porque hay informes de 2007 que ya tratan sobre el cactus y sus efectos. El foro para debatir debía ser el consejo asesor de medio ambiente pero, al igual que ocurre con el resto de órganos similares, es inoperante porque no se convoca «desde febrero de 2009» a pesar de que por reglamento debería hacerlo cada dos meses.

A esto se añade que el alcalde tiene la Concejalía de Medio Ambiente cambiando de titular y con las competencias repartidas entre los de Urbanismo y Servicios, de manera que la pelota pasa de uno a otro y no se actúa.

El resultado, según el concejal del PP, es un  alcalde que «hace oídos sordos», que no quiere saber nada de medio ambiente ni de la Agenda Local 21 que se aprobó, entre otras cosas, para iniciar una política de sensibilización y educación y todo lo que cabe esperar es encontrar a Page plantando algún árbol o prometiendo jardines de cerezos japoneses para la plaza de Nara.

convocar. Con una fotografía de fondo en la que se ve el cerro de la ermita de Nuestra Señora de la Cabeza plagada del cactus invasor, Gamarra insta al alcalde a que convoque el consejo de medio ambiente y le recuerda que su objetivo es cuidar y conservar el entorno natural de la ciudad.

En este caso concreto, siempre según el viceportavoz municipal, el cactus no sólo es pernicioso para vegetales y animales irracionales sino también para el ser humano que, por un lado, también puede ser víctima de las púas de manera que acaba por renunciar a disfrutar de esos parajes y, segundo, las heridas en los zorros, conejos y ovejas que quedan se infectan y se corre el riesgo de que transmitan la enfermedad a las personas.

Gamarra advierte de que si no se toman cartas en el asunto pronto el cactus amenaza con colonizar toda la ribera del Tajo y recuerda que el Ayuntamiento tiene en sus manos dos estudios que le proporcionan la solución. El primero es de un ingeniero agrónomo y el segundo de los alumnos del IES Alfonso X el Sabio y ambos coinciden en que para acabar con la planta sólo hay que extender la sombra sobre los lugares en los que ha arraigado, por ejemplo plantando árboles que le tapen el sol.

El coste de la operación allá por 2007 era de 30.000 euros y Gamarra recuerda que en aquella época «había dinero» para haberlo llevado a cabo. Lo que no sabe es cuánto costará ahora que la plaga se ha extendido pero cree que saldrá rentable antes que dejar que «se pierda todo el Valle». En este sentido recuerda que Page tiene la responsabilidad municipal antes que sus aspiraciones regionales o nacionales.