Transcurridos 11 días de su reparación, la escultura en honor a Federico Martín Bahamontes apareció de nuevo dañada el pasado domingo. La pieza tuvo que volver a la fundición para ser reparada tras sufrir un incomprensible acto vandálico el 28 de julio, y pudo lucir en perfectas condiciones en el retorno de la Vuelta Ciclista España (13 de septiembre). Por eso, no es de extrañar que se hayan encendido todas las alarmas cuando, en tan breve espacio de tiempo, se han vuelto a producir daños en la escultura.

En concreto, se trata de una de las barras de acero del cuadro de la bicicleta del mítico ‘Águila de Toledo’, que se ha fracturado en perpendicular totalmente.

La fractura no es limpia, y eso lleva a pensar a los técnicos de la propia fundición encargada de su realización que se haya debido a otros factores distintos del vandalismo. «El acero hay veces que parte así», confirma la portavoz del equipo de Gobierno, Noelia de la Cruz, que reconoce que es una pieza «muy frágil» y que la presión del conjunto escultórico podía haber provocado su rotura. Más teniendo en cuenta que la obra se ideó para que toledanos y turistas pudieran interactuar con ella, pero dentro de un mínimo respeto.

Y es que, esa es la principal hipótesis que se baraja desde el Ayuntamiento, ya que tras visionar las 24 horas previas al descubrimiento de la fractura de la escultura, los vídeos no muestran nada concluyente. «Con el visualizado de la cámara de tráfico no se puede achacar a nada en concreto», reconoce la edil, que a pesar de ello apela a la colaboración ciudadana para poder encontrar alguna posible pista y aclarar si estos nuevos daños se deben al vandalismo o no.

Mientras, desde el Ayuntamiento ya se han puesto medidas para arreglar la pieza. Los responsables de la fundición donde se elaboró la escultura estuvieron ayer revisándola y acordaron su reparación in situ en un plazo de una semana. El coste será asumido por la propia empresa, al considerar el Consistorio que la fractura entra dentro del periodo de garantía.