Explora como puedas

Sara Borondo
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Un metroidvania indie que sigue las pautas de las grandes producciones pero con un tono gamberro

Cuando se reúne un grupo de desarrolladores curtidos en grandes estudios para fundar uno nuevo lo más habitual es que decidan crear un juego diferente, pequeño e íntimo, como es el caso de Ori and the Blind Forest o Gris, pero los promotores del estudio canadiense Typhoon Studios, curtidos en super producciones como Assassin´s Creed, Far Cry o Batman Arkham, decidieron que querían seguir haciendo ese tipo de juegos, pero con total libertad creativa y sin depender de grandes editoras que impusieran sus normas. También es cierto que la experiencia independiente, con la edición de 505 Games para esta opera prima, ha durado poco ya que en diciembre se anunció que Google Stadia había comprado el estudio, lo que supone que este será el primer y único juego de Typhoon que será multiplataforma (PS4, Xbox One y PC). 

Typhoon Studios ha fusionado en Journey to the Savage Planet la experiencia de años en grandes series con una buena cantidad de ideas provocadoras que utilizan mecánicas de juegos clásicos con mucho humor ácido, gamberro, provocador, absurdo y escatológico. 

El protagonista se ha dejado seducir por las promesas de Kindred Space, una empresa dedicada a investigaciones espaciales, pero cuando despierta de la hibernación descubre que la situación no era la esperada y que tiene que buscarse la manera de encontrar a su casa, para lo que tiene que recorrer el planeta ayudado por la inteligencia artificial, llamada E.K.O., que controla la nave y que ejerce de narradora mediante las conversaciones con el protagonista, aunque Typhoon Studios es consciente de que puede llegar a ser cargante y permite al jugador elegir el nivel de diálogo con esa inteligencia artificial. 

La misión principal del jugador es explorar el colorido planeta AR-Y 26 y catalogar su flora y fauna. Los desarrolladores han tomado como referencia una de las series que mejor ha tratado la exploración, Metroid Prime, con ese componente metroidvania con menos acción que exploración, aunque los jefes finales son entretenidos. Hay que volver sobre zonas ya exploradas cuando el personaje ha conseguido nuevas habilidades (doble salto, la mochila propulsora…) que le permiten descubrir áreas nuevas, y Journey to the Savage Planet lo hace bien. También está inspirado en Metroid el escáner que sirve para conocer las criaturas que hay por el juego. Todas estas características se disfrutan más jugando en cooperativo con otra persona. 

Además de analizar las especies hay que recoger algunos recursos o transformarlos, sin que falte el elemento un poco vándalo que sobrevuela todo el juego: para recuperar vida hay que abofetear una planta o lanzar una granada de caca para inmovilizar a algún enemigo y a veces hay que recurrir a elementos tan estrambóticos como patear a un ave para abrir nuevas áreas. Los recursos sirven para la impresora 3D de la nave, que también se utiliza para hacer una nueva figura del personaje cuando muere.

Typhoon ha logrado crear un juego descarado pero tratándolo todo con profesionalidad y respeto y un buen diseño que combina exploración, combate y algunas partes de plataformas.