Ha sido un Mundial muy diferente a lo habitual, a una sola carta y en un reducido recorrido en modalidad de sprint en Hamburgo (Alemania). Aunque el campeón ha vuelto a ser el del año pasado, el francés, Vincent Luis, nada se ha parecido a lo que estábamos habituados últimamente y los españoles, habituales de los puestos de honor, no han sido capaces de pelear por los primeros lugares de la clasificación.

No fue el día ni de Mario Mola ni de Fernando Alarza, que nunca estuvieron en la cabeza de la carrera y que cuando todos esperábamos su reacción en el sector de la carrerea a pie, esta nunca terminó de llegar y ellos se fueron hundiendo en la clasificación contra pronóstico.

Los españoles se mantuvieron en el segundo grupo durante los dos primeros tramos de natación y bicicleta, cerca de donde estaba Vincent Luis o los hermanos Brownlee, pero nunca tuvieron opciones de meterse en la pelea por las medallas.

Al disputarse en la modalidad sprint, la prueba consistió en 750 metros de natación, 20 kilómetros de bicicleta y 5 kilómetros de carrera a pie. Ni hubo remontada, ni intento de ello, así que tanto Alarza (27) como Mola acabaron relegados más allá del vigésimo puesto, mientras que el mejor español terminaba siendo Antonio Serrat, vigésimo cuarto.

Por delante, todo se decidió en los últimos metros, donde se impuso el francés Vincent Luis, ya campeón del mundo en 2019. Llegó tres segundos antes que el sorprendente portugués Vasco Vilaca, de tal forma que el podio lo cerró el también galo Leo Bergere.