Información y formación contra las piernas inquietas

J. Monroy
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Este lunes se conmemoró el Día Mundial de lucha contra esta enfermedad, jornada aprovechada para difundir información sobre en ella en Toledo

Información y formación contra las piernas inquietas

Para la Asociación Española de Síndrome de Piernas Inquietas la información es clave para la lucha contra la enfermedad. Información es lo que ha estado ofreciendo este lunes, Día Mundial del Síndrome de Piernas Inquietas (23 de septiembre) a la puerta del Centro de Especialidades de Toledo; y formación para los médicos de familia ha sido su gran reivindicación, para que dejen de confundir sus síntomas con los del nerviosismo y deriven a los pacientes al neurólogo lo antes posible.

El síndrome (SPI) es una enfermedad hereditaria. Está originada por una falta de dopamina. Hay embarazadas a la que les llega y a algunas ya no les abandona. Los síntomas son hormigueos en las piernas, desde las rodillas para abajo, en su mayor parte, calor en las piernas e inquietud, a veces espasmos en las piernas, que se mueven solas, siempre cuando están en reposo. Una persona con la SPI puede estar dormida, y a las dos o las tres de la mañana «empieza la fiesta», sus piernas se mueven, se salen de la cama y se convierten en un suplicio para ella y su pareja. Al final, se tiene que levantar, porque se calma a caminar sobre algo frío o darse riegos de agua fría.

Ante el Centro de especialidades, los voluntarios de la Asociación se volcaron en informar a todas las personas interesadas. Han podido conocer los síntomas e incluso saber si tienen la enfermedad, merced a un cuestionario. Los folletos también han servido para acercar la información sobre la enfermedad, características y causas.

Formación. Según los datos de la Asociación Española de SPI, solo hay unas cuarenta personas diagnosticadas en la región. De ahí, apunta su delegada, Ángeles Cuevas, la importancia de dar a conocerla entre el gran público, y también tratar de organizar cursos online para médicos de familia, «porque la gente va con el problema, pero lo achacan a los nervios, y te mandan una tila o un relajante». Lo principal, explican desde la Asociación, es que detecte la SPI, algo que se puede hacer a través de una analítica, y derive al paciente al neurólogo. Dependiendo de la gravedad de la enfermedad, habrá una medicación u otra. Además de los análisis de sangre, el neurólogo también puede derivar al estudio del sueño en Parapléjicos.

También quiere la Asociación hacer llegar a los médicos un listado de medicamentos contra la depresión o antihistamínicos , que hacen que el efecto de las piernas inquietas sean más fuertes, los espasmos y las sensaciones son peores.

Las personas interesadas en saber más del síndrome de piernas inquietas, pueden hacerlo