La CHT cifra en 340 hectómetros el trasvase medio por año

Á. de la Paz
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El Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos celebró una jornada técnica que abordó el estado de la infraestructura y las singularidades de una obra polémica en la región

La CHT cifra en 340 hectómetros el trasvase medio por año - Foto: Yolanda Lancha

El Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos celebró una jornada técnica sobre los 40 años del acueducto Tajo-Segura. La «efeméride hidráulica», según la denominó la propia institución, propició tres mesas con expertos en obra civil y una mesa redonda abierta a la participación de los asistentes. Durante su intervención, sendos representantes de las confederaciones hidrográficas del Tajo y el Segura, Enrique de Diego y Carlos Javier Marco respectivamente, aportaron datos sobre el trasvase desde su inicio, en la cabecera del río Tajo, hasta su final, en las provincias de Alicante, Murcia y Almería.

De Diego, jefe de área del acueducto Tajo-Segura de la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT), cifró en una media de 340 hectómetros cúbicos anuales el volumen de derivación habitual desde la cabecera del río hasta el Levante peninsular. Según las estadísticas que ofreció el responsable del organismo de planificación de la cuenca, el 60% del total contabilizado se empleó para el riego. El abastecimiento humano se llevó el 36% de los trasvases, poco más de un tercio del agua trasvasada. La recarga de las Tablas de Daimiel, en el territorio hidrológico de la cuenca del Guadiana, y la cesión de derechos de riego representaron otro 2% adicional en ambos apartados.

El responsable de la CHT recordó que Entrepeñas y Buendía, las dos grandes presas ubicadas en la cabecera del Tajo y punto de partida del trasvase hacia el sureste español, «funcionan como un embalse único». La capacidad conjunta de ambas infraestructuras alcanza los 2.518 hectómetros cúbicos. El embalse de Bolarque, por su parte, marca el inicio oficial de las derivaciones.

El seguimiento de la evolución del trasvase a lo largo de sus cuatro décadas de vigencia realizado por la CHT evidencia un cumplimiento absoluto relativo al abastecimiento de las poblaciones que han requerido del líquido elemento. El organismo ahora dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica apunta al 100% en este objetivo, alcanzado a una población que actualmente supera los dos millones de personas. Para tal meta, las necesidades anuales se estiman en 110 hectómetros cúbicos. Sobre el apartado del regadío para una extensión de 126.000 hectáreas, De Diego apuntó a un cumplimiento del 44% y calculó que harían falta 400 hectómetros cúbicos de agua cada año para poder cubrirlo.

El trasvase atraviesa, sucesivamente, las cuencas del Tajo, el Guadiana, el Júcar y el Segura. Frente a la visión negativa que se tiene desde la región, la CHT explicó algunos efectos positivos que su creación ha generado en la comunidad autónoma. Entre ellos, se citaron las posibilidades para el abastecimiento de la ciudad de Albacete y la zona de Los Llanos desde el embalse de Alarcón y se apuntó al canal construido para llevar el agua que pasa próximo a la ciudad más poblada de Castilla-La Mancha como «aliviadero que ha conseguido evitar inundaciones» en la urbe, antes no tan extrañas por el desbordamiento de los ríos Don Juan y Balazote y cuyos cauces se cruzan con la infraestructura artificial.

La CHT acumula 20 millones de gastos cada año, siete de gastos fijos y 13 en variables. Un total de 22 trabajadores permanecen adscritos a la entidad pública y el valor de la infraestructura es de 1.000 millones de euros.

El director técnico de la Confederación Hidrográfica del Segura, por su parte, comenzó su ponencia llamando a no confundir la entidad administrativa política con la que atiende la cuenca del río principal. «Quiero desmontar esa idea preconcebida: la Confederación Hidrográfica del Segura no es Murcia aunque se tienda a identificar». Marco recordó que el 25% del territorio de la confederación se encuentra en Castilla-La Mancha. El técnico detalló las características del postrasvase, un tramo que comienza dentro de la geografía murciana, en el embalse Azud de Ojós, y riega tanto a la región uniprovincial como a Alicante, en la Comunidad Valenciana, y Almería, en Andalucía. La llegada del agua a Ojós divide la canalización en varios ramales para alcanzar una extensión amplia de terreno entre el interior y el litoral.

El canal de la margen derecha termina en los campos de Almería mientras que el canal de la margen izquierda, en forma de Y, alcanza tanto los alrededores de Crevillente (Alicante) como la huerta murciana, formando en esta última el paisaje más reconocible y «típico del valle del Segura».