«El Museo es un signo de vida fundamental para el barrio"

Leticia G. Colao
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La Asociación de Vecinos 'San Jerónimo' del Casco Antiguo reconoce la importancia del Ruiz de Luna, que acaba de cumplir 25 años, para el impulso y la revitalización de la zona.

«El Museo es un signo de vida fundamental para el barrio"

La Asociación de Vecinos ‘San Jerónimo’ del Casco Antiguo de Talavera celebra los 25 años recientemente cumplidos del Museo de Cerámica Ruiz de Luna no solo por lo que supone para el arte más talaverano y para la misma ciudad, sino para la zona en el que está ubicado, el barrio antiguo de Talavera. Se da la circunstancia, además, de que la asociación vecinal nació prácticamente a la par que el Museo en su actual ubicación, en el antiguo convento de San Agustín El Viejo. Juntos, han ido viendo las mejoras y el incremento de visitantes.

José Luis Prado, presidente de ‘San Jerónimo’ desde sus inicios, reconoce el impulso que el «mejor museo de cerámica de España y del  mundo» trajo al barrio, pero también asegura que el empuje ha sido mutuo. Así, no duda en reconocer que en algunos momentos, era el Mercado de Artesanía y Antigüedades de San Jerónimo el que también aportaba visitas al Museo cerámico.

«El Museo ha sido un signo de vitalidad y de vida para el barrio», indica Prado, que ha ayudado a mejorar y acondicionar una zona que hace 25 años no era la más adecuada. Así, recuerda que poco después de la apertura, tras la fallida inauguración, Prado ironizó con la consejera de Cultura del Gobierno regional de aquella época sobre los accesos al recinto museístico, aún de tierra. «Dentro de poco podremos hacer aquí una competición de canoas», le dijo, y en poco tiempo, la calle fue asfaltada y empedrada atendiendo a la zona antigua en la que se encontraba.

«Esta fue una de nuestras primeras reivindicaciones como asociación, y se consiguió», dice Prado. Pero no fue la única, ya que la implantación de un museo de carácter nacional en un barrio aún con muchas deficiencias, no podía suponer más que cosas positivas.

La consolidación del Museo de Cerámica con la colección de piezas de su figura más ilustre, Juan  Ruiz de Luna, ha ido en paralelo a la del resurgir del Casco Antiguo.

El incremento de turistas y visitantes es otro de los más grandes impulsos para la zona, más aún cuando el Museo acoge algún evento o exposición de cerámica de renombre. «Sí, se nota mucho», asegura, especialmente con la muestra de cerámica aTempora, que hace un par de años revolucionó el mundo de la cerámica utilizando además cuatro sedes, todas ellas en el Casco.

Casi de forma seguida, también notaron el incremento de turistas que supuso la declaración de Conjunto Histórico de la zona antigua de Talavera, y de la cerámica como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.  

Todo ello paró poco después, con el cierre de las instalaciones y las limitaciones de movilidad obligadas por la pandemia.

Lo que no logró en un principio el Ruiz de Luna fue revitalizar económicamente esta zona de Talavera. Según explica José Luis Prado, la intención de San Jerónimo era de la reunir en los alrededores tiendas de cerámica y artesanía, acordes con la temática del museo, y que además sirvieran para potenciar el barrio. Tampoco abrieron muchas más tiendas ni locales de hostelería, que sí llegaron con el paso de los años.

Ahora, en su 25 aniversario, y a pesar de las circunstancias que han limitado su actividad y la celebración del cuarto de siglo, el Museo forma parte de la actividad cultural y artística de un barrio que ha sabido adaptarse a los tiempos y que seguirá caminando unido al Ruiz de Luna.