Una nueva era para Sony, Microsoft y Google

Sara Borondo
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El streaming o los contenidos a la carta a lo Netflix ponen al alcance de los jugadores centenares de juegos por una suscripción mensual

Los contenidos a la carta han entrado en los videojuegos con la intensidad y velocidad de un huracán en los últimos días para cambiar la forma en que se juega en casa y, tal vez, también para alterar la industria del videojuego. La duda ahora es si las consolas seguirán existiendo dentro de unos años para convivir con este nuevo modelo de negocio o se impondrá el estilo Netflix de los videojuegos. 

Tres gigantes de la tecnología -Sony, Microsoft y Google- se han lanzado en esta carrera que propone dos opciones para jugar. Por un lado, la descarga de los juegos disponibles del catálogo en una consola y, por otro lado, el juego mediante streaming, usando la nube. En este último caso el juego se está ejecutando en un servidor -que puede estar en cualquier lugar del mundo- del proveedor del servicio y a la pantalla del usuario llega la imagen, de  forma que no hace falta consola ni un hardware potente para jugar. 

Microsoft fue la primera, hace un año, en apuntar que algo estaba cambiando con la oferta de juegos para descargar con el servicio Xbox Game Pass que combina en su catálogo títulos que acaban de salir al mercado con otros que tienen ya un tiempo. Hay más de 100 juegos disponibles para descargar por un precio de 9,99 euros al mes, aunque no hay juego mediante streaming. 

Un paso más es PlayStation Now, la apuesta de Sony, que llegó  la semana pasada a España. Este servicio incluye tanto la descarga bajo demanda como el juego por streaming en PlayStation 4 o en un PC, aunque de momento la resolución máxima es de 720 pixeles por pulgada, lejos de los 4K que ofrecen los últimos juegos en formato físico para PS4. En el inmenso catálogo de más de 600 juegos no están los últimos lanzamientos, pero sí algunos de los más conocidos, además de títulos de PlayStation 3 y PlayStation 2. El precio de la suscripción es de 19,99 euros al mes o 100 euros al año, aunque hay una semana gratis de prueba.