La preocupación de la sociedad por proteger el entorno en el que vivimos es cada vez mayor, siendo cada vez más los españoles que demuestran que otro futuro para el planeta es posible. Para lograr este objetivo, el reciclaje se consolida como la práctica medioambiental más extendida entre los hogares, y Talavera no es ajena a ello.

La ciudad ha presumido siempre de muy buenos datos en los diferentes tipos de contenedores, independientemente de su color y de los residuos que reciben.

Pero en el año 2020, marcado por la pandemia del coronavirus, el único que ha registrado un incremento sobre el año anterior, ha sido el amarillo o el de los envases, con plástico, bricks y latas. Así, durante el pasado año, fueron 906.500 kilos de envases los recogidos en los contenedores amarillos repartidos por la ciudad, o lo que es lo mismo, un 4,8 por ciento más que en 2019, con 862.660 kilos.

Teniendo en cuenta la media con el número de habitantes de Talavera, cada vecino ha aportado algo más de 10 kilos de envases (siguiendo el último dato oficial del  INEa 1 de enero de 2020, con 83.663 vecinos). Por meses, enero de 2020 fue el más recogió, con 81.100 kilos.

Siguiendo los datos aportados a este diario por el concejal de Política Medioambiental Sostenible, Sergio de la Llave, el reciclaje de envases de plástico y briks experimenta un crecimiento progresivo en la última década, subiendo desde los 600.000 kilos hasta superar los 900.000 de la última anualidad.

Lejos queda la cantidad de envases recogida en 2006 -primera de la que se tienen datos- con apenas 185.200 kilos.

De la Llave confirma la «concienciación» de los talaveranos para con el reciclaje y con ello el futuro del planeta. En el caso de los residuos del contenedor amarillo, reconoce que hay un «abuso en el uso del plástico de los supermercados por lo que el envase de plástico aumenta», aunque recuerda que este uso tenderá a descender próximamente por la medida de la Unión Europea, ya vigente en este 2021, en el que desaparecen los plásticos de un solo uso. «Ahora se abre un nuevo horizonte al respecto, veremos qué impacto tiene en la ciudad», dice.

Los contenedores de papel-cartón (azul) y vidrio (verde) cayeron ligeramente sobre el ejercicio anterior. En este caso, aunque no está confirmado, puede que el Covid y el confinamiento, además del cierre de la hostelería, hayan ayudado a este descenso en unos números que en los últimos años solo subían.

En el caso del papel-cartón, han sido 1.219.620 los kilos recogidos en contenedores azules, con un descenso del 2,2 por ciento. Cabe destacar que desde 2017 estos registros crecían de forma considerable, aunque bastante lejos de las cifras entre 2007 y 2010, cuando llegaron a sumar 1,8 millones de kilos por año. Desde este año hasta 2016, solo sumaron caídas.

En el pasado año, todo queda condicionado por la pandemia y el confinamiento generalizado de más de dos meses, que también se deja notar en el reciclaje, unido al consumo. Así lo indica el concejal del área, quien subraya que a nivel doméstico no solo se ha consumido menos, sino que al no salir o no trabajar en las oficinas o en las industrias, también se ha gastado menos papel y cartón.

De la Llave destaca que el cartón «varía muchísimo» y siempre depende del precio del mismo, que además durante el confinamiento, ha tenido subidas y bajadas bastante significativas. Esto se nota mucho en la calle, indica, ya que «en el momento en el que sube su precio, es habitual ver a algunos ciudadanos recoger cartón para luego venderlo, y eso nos influye porque nosotros recogemos menos».

Así se refleja en los datos por meses, donde los del confinamiento, de marzo a mayo, fueron los tres con menos cartón recogido por los servicios municipales, entre 84 y 89 toneladas. Septiembre, sin embargo, es el que más sumando 124.210 kilos (124 toneladas).

Por habitante, cada talaverano recicló una media de 14,5 kilos de papel y cartón.

También desciende, aunque menos, el reciclaje de vidrio en los contenedores verdes de la ciudad. La caída es del 1,4 por ciento sobre 2019, lo que supone 663.240 kilos de vidrio sobre los 672.300 del ejercicio anterior.

El Covid también tiene aquí mucho que ver, ya que este descenso viene como consecuencia de los cierres totales o parciales de la hostelería y la falta de turistas a lo largo de 2020, según datos nacionales del sistema integrado de gestión Ecovidrio, que se pueden extrapolar a Talavera.

Tanto es así, que desde Ecovidrio indican que, en circunstancias normales, el canal Horeca (canal de distribución para alimentos Hoteles, Restaurantes y Cafeterías) aporta en torno a la mitad de los envases de cristal recuperados.

Por meses, enero fue el que más recibió, con 90.660 kilos, mientras que el reciclaje de vidrio descendió en verano, bajando a 34.000 y 22.000 kilos en julio y agosto.

A pesar del ligero descenso en la tarea de separar y reciclar, Talavera «es una ciudad concienciada, por término general, tiene buenas cifras», indica el concejal, en lo que influye mucho no solo la conciencia individual de cada ciudadano sino las campañas de sensibilización.

En lo que se refiere a la recogida de residuos urbanos, en los contenedores habituales, Talavera recogió 27,4 millones de kilos, siendo el mes de octubre el que más recopiló, con 2,4 millones. Cada talaverano tiró 328,2 kilos de basura.