Toledo se encontraba ayer en riesgo elevado por calor. No es nada raro a estas alturas del año que los termómetros ronden los cuarenta grados a la sombra, y es por eso que el Ayuntamiento no ha dudado en tratar de buscar un poco de protección para los usuarios y comerciantes del tradicional mercadillo de los martes que, desde el pasado mes de marzo, se celebra, de forma «temporal», en el aparcamiento disuasorio de Santa Teresa.

Con el fin de ofrecer un resguardo en una zona carente de toda sombra, se han instalado en total 21 pilares sobre cubos de un metro cúbico de hormigón con el peso suficiente para soportar las piezas de lona de los toldos, que tienen una superficie de 25 metros cuadrados, cada uno. Las lonas están ubicadas de tres en tres, cubriendo un espacio de dos calles y dando, según cálculos del propio Ayuntamiento, 600 metros cuadrados de sombra.

La verdad es que la medida ha surtido efecto y ayer, en el primer día de su estreno, tanto comerciantes como compradores agradecían  la colocación de las lonas para paliar en parte los efectos del sol.

Los martes a la sombra - Foto: Yolanda LanchaLas afluencia de visitantes fue mayor en los primeros momentos de la mañana, cuando los termómetros aún no se habían disparado, y fue bajando a medida que el sol se colocó en lo más alto.