Adiós Paco Medina; adiós 'figura'

Dominguín
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Francisco Medina ha fallecido a los 85 años tras una vida muy intensa, siendo un empresario de éxito que creo la empresa de damasquinos Anframa y fue presidente de la Junta Pro Corpus. Llegó a ser uno de los mejores ganaderos de lidia de España

Francisco Medina - Foto: Dominguín

Hoy nos ha dejado Francisco Medina Aranda, nacido en Pulgar en una familia de doce hermanos que ha sido un personaje querido y conocido en la sociedad toledana. Nació el 3 de diciembre de 1933, falleciendo a los 85 años tras una larga enfermedad. Conocido por todos como Paco Medina, quiso ser torero como muchos jóvenes de su época, y era un habitual en las fiestas de los pueblos toledanos, acompañado de su gran amigo y compañero Mariano Serrano 'Serranito'. Medina fue muy castigado por los toros, lo que condicionó su corta carrera en los ruedos. Su pierna derecha fue herida por primera vez en Carabanchel el 5 de junio de 1955, por un novillo del duque de Osuna. En su presentación en Las Ventas el 9 de agosto de 1959 también acabó en la enfermería con el muslo izquierdo partido. Un año después en Talavera de la Reina otra res le abrió la misma pierna el 29 de junio. Todos estos percances le hacen olvidarse del sueño de ser toreo y como muchos españoles, emigró a Alemania, donde trabajó según sus palabras “como un cabrón” hasta que volvió a España y emprendió una aventura empresarial.

Francisco Medina fue también durante varios años presidente de la Junta Pro-Corpus, a la que le dedico tiempo y dinero, relanzando lo que era una institución obsoleta y consiguiendo en su etapa la implicación de las diferentes administraciones en apoyar los trabajos de cara a preparar el Corpus toledano. Famosos fueron los festejos taurinos allá por el mes de marzo donde plaza de toros de Toledo se llenaba para recaudar fondos para cubrir los inmensos gastos que genera nuestra internacional fiesta local.

El 3 de marzo de 1970 crea Anframa, empresa dedicada a la realización de piezas damasquinadas, junto a Antonio Moreno y Mariano Serrano 'Serranito', la cual adquiere después en propiedad en su totalidad. Sus ganas de comerse el mundo, le hacen comenzar a trabajar con el Corte Inglés, tras una atrevida gestión con el que fuera su presidente Ramón Areces, quien confió en un joven toledano financiando su interesante proyecto. Esta relación profesional se convirtió en una gran amistad, unidos ambos por su pasión a la caza. Curioso fue que, en el legado del dueño de El Corte Inglés a su muerte, uno de sus rifles de caza cayó en manos de Medina.

ADIOS PACO MEDINA, ADIOS ‘FIGURA’ADIOS PACO MEDINA, ADIOS ‘FIGURA’

La afición a la caza le hizo adquirir una finca en el paraje de 'El Borril', pero su sueño, su pasión su vida era ser ganadero de bravo. Para ello compro el 'Robledo de los Osillos', paraíso natural en Los Yébenes, donde estableció su cuartel general. Hasta allí viajaron las reses bravas adquiridas a Hernández Pla y Los Eulogios y que fueros habituales en festejos de la provincia los últimos años de los 80 y principios de los 90.

Paco Medina quería ser el mejor y para ello tenía que tener lo mejor, por lo que ni corto ni perezoso partió hasta Castillo de las Guardas, en Sevilla, con la idea de traerse a tierras toledanas la sangre brava que era deseada por todas las figuras del momento. Juan Pedro Domecq le vende, 150 vacas, sementales y hasta novillos que le hacen ser de la noche a la mañana un ganadero con la genética predilecta de los toreros. Selecciona y crea una de las ganaderías más importantes del orbe mundial, logrando estar en todas las ferias importantes con resultados magníficos. Medina fue un genio que apostó a caballo ganador y ganó, tardará mucho tiempo en verse como con una inteligencia innata puso su casa ganadera en lo más destacado. En ese momento, en uno de los característicos arrebatos de Paco, de esos que no te esperas, vende cuando está en lo más alto a Fidel San Román, una de sus fincas y su vacada.

Pero esto no hizo cesar en su pasión y se reservó un número de vacas que se llevaron al nuevo cuartel general en Arisgotas. El Montecillo, una finca que compró a varios herederos y consiguió hacer de ella uno de los paraísos ganaderos de la provincia. Allí ha pasado sus últimos años, desde allí ha conseguido lo que nadie ha sido capaz. Crear una nueva ganadería y que su primera camada de toros, se lidiase en la feria de San Isidro de 2011, siendo uno de los hierros más destacados del ferial, lo que le valió para repetir durante varias temporadas.

Los últimos años, se apoyó en su nieto David Sánchez Medina, quien a lado de su abuelo fue aprendiendo la alquimia de la cría del bravo. Ha asimilado bien la herencia de Paco Medina y tiene por delante el reto de continuar una de las ganaderías de referencia de la cabaña brava toledana. Desde el cielo Paco, estará atento a sus decisiones y David, echará un vistazo de reojo al cielo cada vez que tenga que tomar una decisión y no tenga a su lado a quien le debe todo.

No va a llegar a ver Paco Medina la conmemoración del 50 aniversario de su creación, Anframa, que el próximo 3 de marzo cumplirá medio siglo de vida. Pero su hija Nicole, su yerno y mano derecha José Carlos y sus tres nietos, le tendrán muy presente al hombre valiente y luchador que saco adelante en la vida todo aquello que se proponía.