El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha insistido hoy en su apuesta del que llamó ‘plan 222’ para que Talavera «irradie de nuevo una capacidad de motor en toda la comarca, y esto es clave para la ciudad, la provincia y la región». Así, tras anunciarlo durante la presentación de la candidatura de Agustina García Élez a la Alcaldía de Talavera, el presidente lo trató el pasado lunes con el ministro Ábalos, haciendo hincapié en los dos millones de metros cuadrados de suelo industrial «como mínimo».

En este sentido, ha asegurado querer «grandes superficies para traer grandes industrias que, a su vez, traerán a otras más pequeñas; y eso es determinante y posible» para que haya estrategias serias en la ciudad. Para ello, es fundamental transmitir una imagen positiva de Talavera y que la gente y los responsables políticos hablen bien de ella. «Por muy humilde que sea mi casa, hablaré siempre bien de mi casa», mientras que «no vamos a traer a nadie para que invierta aquí si cuando se asoman solo ven críticas o ruido».

El segundo 2 de su plan se refiere al doble de caudal en el Tajo a su paso por la ciudad, «algo que urge», dijo. Para ello, hay que corregir las reglas de explotación del Tajo-Segura, «lo vamos a plantear en cuanto pasen las elecciones». Como tercer eje, abogó por el doble de políticas públicas para la generación de empleo en Talavera.

Para García-Page, «estos próximos años tienen que ser claves para Talavera, reequilibrando este y oeste, servicios, prestaciones e incluso agravios» y recordó que las ayudas de la ITI a través de fondos europeos suponen una importante medida de discriminación positiva que podrían haber ido antes a otros pueblos de Cuenca o Guadalajara por ajustarse más a la convocatoria.