La ganadería de Castilla-La Mancha, libre de la lengua azul

Europa Press
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En la región no hay casos de contagio por el virus de la lengua azul en su ganadería ovina, caprina y bovina. Esta situación favorece el comercio y evita restricciones lesivas para el sector

La ganadería de Castilla-La Mancha, libre de la lengua azul - Foto: EUROPA PRESS/JCCM

Castilla-La Mancha no cuenta con virus de la lengua azul en su ganadería ovina, caprina y bovina, tal y como se desprende de una respuesta parlamentaria emitida por las Cortes regionales a una pregunta expresa de la diputada del PP Lola Merino.

Según precisa la Cámara castellanomanchega en su contestación, publicada en el Boletín Oficial de las Cortes y recogida por Europa Press, en los últimos años se han detectado los serotipos 1, 4 y 8 del virus de la lengua azul en la España peninsular y se han ido implementando las medidas de control pertinentes.

Esas medidas de control conllevaron largos periodos de «silencio epidemiológico» y una reducción muy importante en el número de focos desde la temporada 2015/2016 respecto al año anterior. A principios de diciembre de 2020, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación envió un informe a la Comisión para liberar algunas zonas de restricción, entre ellas la S1 que incluía a Castilla-La Mancha.

Una vez comprobado el cumplimiento del requisito de ausencia de circulación del serotipo 1 del virus de la fiebre catarral ovina durante un período mínimo de dos años, con dos estaciones de actividad del vector, tal y como está reglamentado, en febrero de 2021 se publicó resolución de esta Dirección General en la que se detallaba expresamente que Castilla-La Mancha se declara libre de lengua azul.

En cualquier caso, precisa la respuesta, desde la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural se está aplicando el programa nacional de vigilancia, control y erradicación de la lengua azul, que consta de vigilancia activa basada en muestreos serológicos y virológicos de la población susceptible, tanto doméstica como silvestre; vigilancia pasiva clínica basada en la notificación de sospechas por parte de ganaderos y veterinarios; vigilancia y monitorización entomológica; programa de vacunación voluntario frente a serotipos 4 y 1 detallado por comarcas; y control de movimientos de animales sensibles.

«Todas estas medidas se llevan a cabo con la intención de evitar la entrada de la enfermedad y poder seguir manteniendo el estatus de región libre de lengua azul, situación que aparte de las consideraciones en sanidad animal inherentes, es de especial importancia para los movimientos comerciales y evita restricciones a nivel nacional en el periodo de actividad del vector transmisor de la enfermedad», remata la respuesta.