Jorge Molina ya es novillero con picadores

Dominguín
-

El novillero de Torrijos debutó en Ampuero cortando una oreja. Su primera actuación en la provincia ha sido en Recas con un triunfo sonado de tres orejas y un rabo

Jorge Molina en Ampuero el día de su debut con caballos. - Foto: Lara Toca

Torrijos ha sido siempre cuna de gente del toro, y en sus calles se ha respirado el aroma taurino con grandes aficionados y algún que otro torero. El torrijeño Jorge Molina es desde la semana pasada novillero con picadores. El prometedor chaval se ha ido forjando en los últimos años sobreponiéndose a dificultades añadidas.

Molina, ingresó en la escuela taurina de Toledo en 2014, donde aprendió poco a poco un oficio duro pero maravilloso. Su aldabonazo más importante fue en su debut de luces en plazas españolas, en la final del certamen Alfarero de Plata en Villaseca de la Sagra. El uno de julio de 2017, un novillero con poco bagaje, fue capaz de enfrentarse a un novillo de Hnos. Sánchez de León, bravo al que aguanto firme y tras su actuación fue proclamado por el jurado triunfador.

Lugo vino su devenir por multitud de certámenes y bolsines, hasta que un accidente de tráfico, paro de repente su carrera. Con una fuerza de voluntad tremenda y con esfuerzo, consiguió volver a ponerse el traje de luces, a pesar de haber sufrido una importante operación que le hacía llevar varias placas metálicas en su cuerpo. Con todo eso ha sido uno de los novilleros sin caballos más destacados del panorama nacional.

Todo esto le ha llevado a dar un paso más en su incipiente carrera, debutando en Ampuero el pasado 7 de septiembre ante novillos complicados de Domínguez Camacho, con Daniel Barbero como compañero de cartel. En tierras cántabras pudo saborear las embestidas de un animal con un año más, con más pensamiento y más trapío. Una oreja se trajo en el esportón de una tarde que recordará para siempre.

Solo dos días después ya ha pisado una plaza de la provincia, concretamente en Recas, donde actuó en un mano a mano con Rafael González ante astados del ganadero toledano Fernando Peña. El encierro estuvo muy bien presentado, con trapío y con romana. La gente acudió a la plaza sagreña, donde hubo dos actos diferenciados. Los dos primeros del festejo, donde solo toco pelo Molina. Pero en el que cerró el festejo, vimos a un novillero nuevo, claro de ideas, con ganas, temple y gusto. Que tira de los astados con la bamba de la muleta la cual la mece al son de las embestidas del utrero. Ese Jorge Molina, que encandilo al público de Recas, arranco con todo mérito, las dos orejas y el rabo del utrero. Salió a hombros del coso acompañado de su compañero de cartel.