En libertad el sospechoso de la desaparición de Roberto

J.M.
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La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 6 de Illescas decretó el lunes la libertad para el vecino de Casarrubios que ingresó en prisión en mayo

En libertad el sospechoso de la desaparición de Roberto

El sospechoso de la desaparición de Roberto García, el vecino de Casarrubios del Monte del que se desconoce el paradero desde el 18 de febrero, quedó el pasado día 16 en libertad después de que la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Illescas diera la orden a la prisión de Ocaña, donde permanecía el individuo desde el 25 de mayo.

Así lo confirmó ayer en declaraciones a este diario el hermano de Roberto, Manuel García, justo cuando se cumplían siete meses de la desaparición. «Está implicado», aseguraba tajante el familiar sobre este individuo de mediana edad y nacionalidad española que acaba de salir de prisión y cuyo paradero actual desconoce. Y apostilla al respecto: «Estamos convencidos de que él solo no fue».

El sospechoso salió de la cárcel de Ocaña el pasado lunes por la tarde tras estar casi cuatro meses entre rejas. «Todas las decisiones judiciales son muy respetuosas», afirma Manuel, quien considera que no habrá pruebas suficientes para mantener en la cárcel a este hombre que vivía a pocos metros de Roberto García, un recién jubilado del puesto de alguacil de Casarrubios del Monte que ahora tendría 64 años.

Precisamente, los agentes de la Guardia Civil permanecieron cuatro horas en el domicilio del individuo el pasado 23 de mayo tras su detención. El uso de la tarjeta bancaria del desaparecido permitió dar con el sospechoso, quien residía muy cerca de la vivienda de Roberto García en la calle Postillón de la localidad sagreña. En este sentido, fue utilizada horas después de la desaparición en Casarrubios del Monte y en la vecina localidad madrileña de El Álamo para la extracción de dinero.

Los familiares conocieron después del ingreso del individuo en prisión que los agentes de la Guardia Civil seguían además otra línea de investigación para tratar de resolver el paradero de Roberto, un hombre que sólo se movía del pueblo para ir a sus propiedades de la zona. Precisamente, vendió una vivienda hace ahora justo un año y percibió 30.000 euros por ella, aunque su situación económica no era boyante.

Los familiares de Roberto García se dieron cuenta de la desaparición tres días después de la última vez que un allegado lo vio con vida. Casualmente, observaron el vehículo del alguacil jubilado mal estacionado en el término de El Álamo y comenzaron las suspicacias. Efectivamente, nadie atendía ya a las llamadas y mensajes.

El hermano asegura que continuarán con las batidas para intentar encontrar a Roberto y prepara una con expertos retirados y en activo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para revisar las zonas ya supervisadas en el entorno de Casarrubios del Monte. El desaparecido mide 1,70 metros de estatura y tiene el pelo canoso.