Quizás es cómodo pensar que Irene Sánchez-Escribano logró su cuarto título porque era la favorita, pero este nuevo oro de la toledana esconde un triunfo a su perseverancia, a mantenerse ya tres años en lo más alto y seguir creciendo. Ella misma lo reconoce porque «parece muy previsible, pero hay que hacerlo y está claro que sumar un título es importante, pero sobre todo por mantenerme ahí y que siga valiendo para conseguir los objetivos que todavía faltan».
De hecoho, la atleta del Adidas reconoce que salió vigilante porque María José Pérez apretó durante los primeros metros «porque quería hacer la mínima para Doha». Es verdad, añade Irene, que «mediada la prueba fue bajando el ritmo y ya me di cuenta de que tenía que seguir para adelante». Y así es como consiguió su tercer Campeonato de España consecutivo, «con buenas sensaciones», apunta.
Sin embargo, la temporada todavía no ha hecho la llave y quedan las citas estrella. El próximo martes, la toledana va a participar en Minsk (Bielorrusia) en The Match, una competición en la que cuatro atletas europeos se enfrentan por cada prueba a cuatro de Estados Unidos. Ella es una de las seleccionadas por el equipo continental y, aunque no estarán las favoritas de uno y otro lado, Sánchez-Escribano reconoce que es una prueba que le hace «mucha ilusión» porque va a estar representando a Europa. De las ocho de los 3.000 obstáculos, y a falta de que se inscriba una corredora, la capitalina es la que mejor registro tiene, así que, consciente de que será «una carrera muy táctica», su objetivo va a ser «estar lo más delante que pueda».
mundial de doha. Por lo demás, el gran día llegará en el Campeonato del Mundo de Doha (Catar) a finales de mes. Su sueño es acceder a la final, sabedora de que es «muy difícil». Quiere aprovechar el rebufo de su buen estado de forma, pero «hay muchos factores que condicionan la carrera», apunta. Por eso, se conformará con verse «competitiva y que puedo pelear por entrar en la final», sobre todo porque le parece increíble que a día de hoy esté tan cerca de otras atletas «que hace poco me parecían inalcanzables». Todo esto con su mínima ya en el bolsillo para el evento deportivo por excelencia: los Juegos Olímpicos.