Un «pequeño margen de mejora» en el control del botellón

L.G.E.
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«Somos conscientes de que es muy difícil controlar al no ser un aforo cerrado», apunta, «pero pueden tener la seguridad de que vamos a seguir avanzando en la línea de conseguir que no haya vidrio»

Al acabar las verbenas no solo quedaron en el suelo lentejuelas y plumas, sino botellas de cristal, lo que delata que son unos cuantos los que aprovechan el carnaval para hacer botellón en el Casco, a pesar de que está prohibido. El concejal de Cultura, Teo García, se quejó de que «siempre hay que lamentar que haya casos puntuales de incivismo y personas que no hacen lo que deben».

García defendió el trabajo de los agentes. «No estamos hablando de un estadio de fútbol, de aforos cerrados, sino de la calle», expuso, «comprenderán que a veces es muy difícil de controlar por los agentes, que se han entregado a fondo». Aunque apunta que es difícil, prometió que seguirán trabajando para evitar el botellón: «Pueden tener la seguridad de que vamos a  seguir avanzando en la línea de conseguir que no haya vidrio y que se cumplan al máximo las ordenanzas». Aunque pide la complicidad de los ciudadanos, reconoce que el Ayuntamiento debe ser «vigilante y garante» y que en ese aspecto queda «un pequeño margen de mejora».

Un «pequeño margen de mejora» en el control de botellón
Un «pequeño margen de mejora» en el control de botellón
El concejal quiso destacar la labor de los servicios de limpieza, que en hora y media dejaron las plazas «resplandecientes». Se pusieron más recursos de limpieza y catorces baños más.