Como cualquier aficionado, el técnico del CD Toledo, Diego Merino, dio por bueno el triunfo ante el CD Torrijos, a pesar de las circunstancias que lo rodearon: «El cambio de dinámica tenía que ser así, con nueve y a la heroica». El extremeño reconoció el sufrimiento, pero lo achaca a que han pasado «semanas duras» y a la acumulación de partidos en las piernas.

De hecho, en este apartado encuentra la razón a que faltara precisión en los pases y a que no terminasen de interpretar bien cómo buscar la espalda de la defensa contraria. Al menos, celebra que su equipo sí que fuera sólido, lo que les ha permitido recobrar «las sensaciones defensivas». Aun con todo esto, Merino también reconoció el buen trabajo del cuadro rojiblanco.

Sobre la expulsión de Cubero, en el tramo final de partido, el entrenador emeritense reconoce que es una acción que está «mal ajustada» y que no hay ningún reproche. No se quiso detener demasiado en si la decisión del central fue o no adecuada. Simplemente, lo que quiere es que la victoria les dé tranquilidad para seguir trabajando porque «el equipo tiene mucho en lo que crecer».

La competición le da ahora un respiro de diez días al CD Toledo antes del siguiente partido. Parece complicado que pueda llegar para medirse al CD Illescas, el próximo domingo 21 de febrero, Álvaro Antón. Al centrocampista se le han realizado pruebas nuevas para evaluar su lesión muscular y parece que es más grave de lo que parecía, así que su recuperación todavía no está tan cercana en el tiempo.

Lo que también lamentó fue la expulsión de Jokin Esparza, en el descuento. Y es que, el extremo navarro estaba apercibido de sanción. Por tanto, se perderá el derbi de la próxima jornada y continuará con cuatro tarjetas amarillas acumuladas. Para Merino, el Toledo «ahora mismo no está en condiciones de perder a más gente».

Finalmente, quiso mandar un mensaje a la afición. «Solo queda darles y esperar poco», dijo el entrenador verde, pero también pidió «un voto de confianza» para su plantilla porque «se la merece». No en vano, desde su prisma, en esta situación «es más importante que nunca la comunión equipo-afición».