«Los trasvases son obsoletos y no tienen cabida en los planteamientos marcados en Agenda 2030 ni en los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Es necesario apostar por las desaladoras y por la reutilización del agua como alternativa a las derivaciones del Tajo-Segura que machaca a nuestro río, sobre todo a su paso por los pueblos ribereños y por la ciudad de Toledo».

La alcaldesa de Toledo y vicepresidenta segunda de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), Milagros Tolón, se manifestó así en el foro ‘Economía Circular, Reconstrucción y Entidades Locales’ celebrado en Valladolid y  en donde intervino de forma telemática en la mesa redonda en la que se debatió sobre  ‘La reducción del uso de los recursos naturales y la gestión de sus residuos’ y en la que también participó  José Miguel Luengo, alcalde de la localidad murciana de San Javier y presidente de la Comisión de Medio Ambiente de la FEMP.

Durante su intervención en esta jornada semipresencial organizada por la FEMP en colaboración con el Ayuntamiento de Valladolid y Ecoembes, Tolón explicó algunas de las ‘buenas prácticas’ que la capital regional ha implementado o está poniendo en marcha en materia de agua y que apuestan por la sostenibilidad. La primera de ellas es la incorporación a la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Toledo de un innovador mecanismo que utiliza la energía solar  para el tratamiento de aguas residuales, generando al mismo tiempo energía eléctrica.

La segunda es el proyecto de recuperación de la antigua central hidroeléctrica de Azumel, una instalación que antaño aprovechaba el caudal del río Tajo para generar energía y que hace unas semanas el Ayuntamiento de Toledo cedió a la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) para su rehabilitación. La minicentral que dio servicio a la antigua Fábrica de Armas, una vez que vuelva a entrar en funcionamiento permitirá el autoabastecimiento energético a la universidad y se convertirá en un centro de investigación para docentes y alumnos de la Facultad de Medio Ambiente.

«La sostenibilidad exige una apuesta clara por la innovación, por la digitalización y las nuevas tecnologías y requiere de la complicidad de la ciudadanía», explicó Tolón, quien añadió que los «fondos europeos se presentan como el complemento de gestión y financiero necesario sobre todo para acelerar la reactivación y abordar los cambios necesarios». En este sentido, Tolón admitió que estamos viviendo un «momento difícil, que debemos afrontar como una oportunidad de ampliar la senda de la recuperación, del progreso y de la prosperidad económica y social desde el respeto al medio ambiente y el cuidado a los recursos naturales. Hay que apostar definitivamente por un desarrollo sostenible porque nuestro planeta no aguanta más y lo estamos viendo con la Covid-19 pero también con fenómenos meteorológicos como las borrascas Filomena y Hortensia que provocaron graves consecuencias en ciudades como Toledo».

En este escenario, la alcaldesa de Toledo insistió en que la «economía circular es un modelo inevitable para generar riqueza y nuevas oportunidades de trabajo sin mermar las reservas naturales y reduciendo la producción de residuos».

Pero dentro de un enfoque global hay que actuar localmente e implementar una estrategia sobre el terreno. En este ámbito, la alcaldesa de Toledo puso como ejemplo del nuevo contrato para la limpieza viaria y la recogida de basura, cuyo pliego está ultimando el Ayuntamiento de Toledo.

recogida de basuras. «El nuevo servicio se adaptará a las directivas europeas cada vez más exigentes -y nos parece bien- en cuanto a la recogida selectiva y la reducción de residuos. «En Toledo en este ámbito tenemos un reto importante puesto que tenemos el Casco histórico más grande de España y queremos que la recogida de basura sea sostenible. Esto no lleva a que la recogida sea diferente en cada zona de la ciudad;las soluciones en el Casco serán distintas a las de los distritos más modernos», argumentó la alcaldesa de Toledo.

La riqueza arqueológica que impide la instalación de contenedores soterrados, la estrechez de algunas calles o la monumentalidad de otras, que impide la instalación de grandes contenedores son algunos de los handicaps, según Tolón,  que habrá que solventar.