La Asociación de Vecinos de Santa Teresa presentó el pasado lunes un escrito en el Ayuntamiento de Toledo dirigido a la alcaldesa y al concejal de Festejos para reclamarles que el recorrido final del desfile de carnavales continúe en el paseo de la Vega «a pesar de la pequeña cuesta que tienen que subir las carrozas desde la rotonda de la avenida de la Reconquista hasta la puerta de Bisagra». Como alternativa, la charanga también podría acabar en el paseo de Recaredo, «lugar donde no hay vecinos residentes a quién molestar».

Porque la Asociación de Vecinos se opone al traslado del final del recorrido del desfile del próximo día 7 a la avenida de América, anunciado ese mismo día por el Consistorio. Todo ello fue, según fuentes municipales, «tras ser consensuado con los vecinos», y después de una reunión entre el edil de Movilidad y Seguridad Ciudadana, Juan José Pérez, así como a miembros de la Policía Local, Bomberos y Protección Civil y otros servicios municipales.

Sin embargo, parece que al menos entre estos vecinos no están los del barrio. El presidente vecinal, José Antonio Carrión, ha remitido a este diario una carta en la que explica que la Asociación de Vecinos de Santa Teresa se ha enterado por la prensa de los cambios en el final del recorrido del desfile de carnavales, para que el final del recorrido del desfile y la correspondiente fiesta y entrega de premios termine en la avenida de América.

Ante esta circunstancia, Carrión recuerda que la zona del barrio de Santa Teresa de la plaza de Cuba y alrededores, incluida la avenida de América, «está declarada Zona de Protección Acústica, precisamente por el excesivo número de pubs, incluido un café teatro (con horario de cierre seis de la mañana), de bares y de terrazas que proliferan en su entorno causando ruidos y molestias a los vecinos durante todo el año».  Sin embargo, «la Ordenanza Reguladora de la Contaminación Ambiental (ORCA) es papel mojado, no sirve para nada y los eventos ruidosos se siguen realizando sin contemplaciones de ningún tipo en el barrio de Santa Teresa, como el de las migas los días 24 y 31 de diciembre de todos los años».

A todo ello, ahora se quiere sumar el final del desfile de carnaval  «para quedarse todos los años, si alguien no lo remedia, con más ruidos y molestias a los vecinos, pues después de las entregas de premios vienen los petardos, las músicas de alto voltaje, consumos en la calle, voceríos suciedad y más suciedad, etc.».

La Asociación de Vecinos hace una llamada y denuncia pública para que algunas autoridades públicas como el Fiscal de Medio Ambiente de la Audiencia Provincial de Toledo o el Seprona de la Comandancia de la Guardia Civil, «para que empiecen a actuar y controlar más de cerca con mediciones pertinentes los altos decibelios que llegan a alcanzar las músicas y algaradas de estos eventos, que repercuten en la salud de los vecinos residentes, ya castigados de por sí durante todo el año».