El Ayuntamiento examina con drones el estado de la Catedral

J. Monroy
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Una vez que haya un informe pormenorizado de la situación de la fachada, el Consistorio se lo remitirá al Cabildo, con la intención de que haga las reparaciones oportunas, y no haya más accidentes

El Ayuntamiento de Toledo ha comenzado a examinar, utilizando drones, el estado de la fachada de la Catedral. Lo hace tras el desprendimiento este fin de semana de una piedra de más de veinte kilos de peso de la cornisa de la torre.

Según ha confirmado la concejal de Cultura, Nuria Cogolludo, esta utilización de drones va a servir para elaborar un informe exhaustivo sobre la situación de la fachada y observar los perjuicios que se han producido en la zona de desprendimientos. Los técnicos y el arquitecto municipal estuvieron reunidos durante la mañana de lunes para avanzar en la elaboración de este informe. Y durante los próximos días, cuando se recopilen todos los datos, se le transmitirá al Cabildo la situación.

Ya el domingo por la mañana, la propia alcaldesa, Milagros Tolón, y los concejales de Seguridad Ciudadana y Urbanismo. La piedra había caído a las siete y media de la madrugada, lo que evitó posiblemente daños personales. Ya entonces, Juan José Pérez del Pino adelantó la intención municipal de elaborar los informes oportunos, que se darán a conocer a la propiedad, con el fin de que no vuelva a producirse un accidente de este tipo.

Fueron efectivos de la limpieza municipal los que alertaron en la mañana del domingo a la Policía Local del desprendimiento de una piedra de gran tamaño de la fachada de torre de la Catedral, tras una noche de viento y lluvia. Afortunadamente, dada la hora del incidente, no hubo que lamentar daños personales, más allá del susto de los operarios de limpieza, que acababan de pasar por allí con su camión.

Una vez personados allí los bomberos, pudieron dictaminar que en la fachada afectada existen algunas partes sueltas y con potencial riesgo de desprendimiento. Los bomberos determinaron que la fachada, contemplada con detenimiento y de cerca, presenta algunas fracturas y zonas en las que la piedra caliza no se encuentra en buen estado de conservación. Por ello se saneó la parte en la que se había desprendido la piedra y se consolidaron las zonas que estaban sueltas. Los bomberos llegaron a retirar una columna suelta, que dejaron en una terraza de la torre para su posterior reincorporación. Y lo hicieron en una actuación no exenta de riesgos, dado que su camión no llegaba a los cuarenta metros de altura de la zona afectada de la torre, por lo que tuvieron que acceder allí descendiendo por medio de rápel.

Personal del servicio de mantenimiento de la Catedral se terminó haciendo cargo del material desprendido, que le entregaron los bomberos. Ahora tendrá que ser la propiedad la que se haga cargo de reponer el material dañado en su lugar.