La cerámica de Puente, protagonista de Tarantino

J.M.
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Una pieza del taller de Belén de la Cal aparece en una escena de 'Érase una vez en Hollywood', en un diálogo de Pitt y Di Caprio

La cerámica de Puente, protagonista de Tarantino

Belén de la Cal tenía plan el día 15. Se estrenaba la última película de Quentin Tarantino y se presentó en los cines Artesiete de Los Alfares en Talavera para quedar deslumbrada con otra joya del firmante de ‘Reservoir dogs’ o ‘Pulp fiction’. La presencia de los celebérrimos actores Brad Pitt y Leonardo di Caprio multiplicaba la expectación por la novena película del director estadounidense, ‘Érase una vez en Hollywood’. Hacia la mitad del largometraje de casi tres horas de duración, la espectadora quedó sobrecogida, perpleja, a punto del síncope, pero reaccionó inmediatamente, sacó el móvil, apuntó a la pantalla e inmortalizó uno de los fotogramas. La ceramista de El Puente del Arzobispo había retratado una de sus piezas en medio de un diálogo entre las dos estrellas de Hollywood. «Me quedé en shock», reconoce a este diario digiriendo aún la sorpresa mayúscula.

A sus 52 años y como quinta generación de ceramistas, Belén ha encontrado inesperadamente piezas suyas o de su familia en Estados Unidos, México o Cuba. Estos hallazgos fortuitos han emocionado a Belén, pero probablemente ninguno haya dejado tan boquiabierta a la propietaria del taller Ceramical. Una jarra de sangría aparece durante unos cuantos segundos de metraje en una mesa, flanqueada por Brad Pitt y Leonardo di Caprio. Los dos se encuentran en la ficción en Almería durante el rodaje de una película, puesto que Di Caprio interpreta a un actor de renombre de producciones del Oeste, y Pitt a su doble de escenas de acción.

«Vi la pieza en la película y supe hasta quién la había pintado», comenta por la singularidad de la pincelada de cada trabajador del taller. El objeto en cuestión es una jarra típica de sangría que incorpora una greca especial destinada al mercado estadounidense. El insólito vuelo entre El Puente del Arzobispo y el rodaje de Tarantino se debe a que uno de los clientes de Ceramical vende posteriormente en Estados Unidos la cerámica.

Belén fotografió la pieza desde la butaca de los cines Artesiete y envió la instantánea a los grupos de whatsapp de su familia y amigos. Otros incluso intuyeron que la jarra podría ser de su cosecha y le preguntaron si llevaba su firma. Entre 5.000 y 6.000 unidades de jarras de sangría despacha el taller de El Puente del Arzobispo al año.

La ceramista abrió hace 14 años el taller, pero en uno anterior ya empezó con la exportación a finales de los 80 a Japón. Inmediatamente después, llegó Estados Unidos. Y más adelante, México, Guatemala, Taiwán o países europeos, principalmente Italia. «Constan datos de trabajos de azulejería realizados en nuestros talleres para iglesias y conventos, además de haber hecho a mano las tejas esmaltadas para obras monumentales como la plaza de toros de las Ventas», presume Belén en la página de internet de Ceramical sobre la historia de la familia desde hace más de 200 años. Y ahora, en una película de Tarantino.