Todo listo para pasar el georadar en el entorno de Vega Baja

F. J. R.
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El aparcamiento disuasorio de Santa Teresa ya está vallado para que este lunes comiencen los trabajos de escaneo del subsuelo a la búsqueda de posibles restos arqueológicos en el área de influencia del yacimiento

Vía libre para seguir con el acondicionamiento del aparcamiento disuasorio de Santa Teresa

La zona de grava y tierra del aparcamiento disuasorio de Santa Teresa está ya delimitada por vallas a la espera de que este próximo lunes, y hasta el miércoles, den inicio los trabajos de análisis del subsuelo mediante georadar.

La medida fue anunciada hace menos de un mes por la consejera de Educación, Cultura y Deportes, Rosa Ana Rodríguez, que adelantó también los trabajos ya concluidos de limpieza y desbroce de vegetación en el yacimiento arqueológico de Vega Baja y la adjudicación de tres contratos para seguir avanzando en la perimetración y catalogación de la zona, algo ya iniciado hace años pero que se mantenía inconcluso.

El Gobierno regional busca determinar aplicando técnicas de georadar la potencia de los restos arqueológicos que pudieran esconder las parcelas situadas fuera del perímetro del BIC de Vega Baja. De esta forma, se ha decidido comenzar por la parcela del aparcamiento disuasorio de Santa Teresa y la labor se continuará a las zonas de influencia cercanas, entre las que se encuentra la zona elegida para construir el nuevo cuartel de la Guardia Civil de Toledo, en la avenida Mas del Ribero.

Posteriormente a los trabajos de georadar, se sacará a licitación un contrato para la interpretación de los resultados obtenidos y otro para realizar un estudio topográfico de toda la zona de Vega Baja.

El georradar o radar de penetración terrestre se utiliza para detectar objetos y estructuras por debajo del nivel del suelo. Se trata de un método no invasivo de análisis de materiales basado en la transmisión de ondas electromagnéticas de banda ultra ancha en los materiales. Con todo, a pesar de ser un buen sistema previo, sus resultados no son siempre concluyentes, ya que la existencia de elementos como bolsas de agua y humedad muchas veces pueden dar lugar a lecturas que se puedan confundir con restos y estructuras arqueológicas.

Por todo ello, la Junta quiere tener radiografiado todo el subsuelo del área de influencia del yacimiento para decidir qué actuaciones deben hacerse y si es necesario una cata arqueológica para sacar a la luz los potenciales restos.

Todo este trabajo será importante de cara a la redacción de un plan director de toda la Vega Baja que no solo se limite a la zona hoy delimitada como yacimiento, sino a su área de influencia.