188 niños y niñas han disfrutado durante la última semana de la primera tanda del vigésimo segundo Campus Deportivo de Bargas, celebrado de nuevo después del parón de 2020 por culpa de la pandemia. Con todas las medidas de seguridad y sin problemas, se han desarrollado un sinfín de actividades que tuvieron su colofón con la jornada de clausura, el pasado sábado.

Es uno de los días más felices, porque cada participante recibe su diploma, pero, a la vez, triste, porque hay que separarse de los compañeros con los que se han compartido experiencias. Para entregar los diplomas, se pasaron por el pabellón El Balcón el técnico del primer equipo del Bargas FS, Dani Pérez, y el portero Fidel Barrientos. También, una representación del ayuntamiento del municipio.

Los dos pudieron compartir charla con los doce grupos en los que se ha dividido a los chavales. Como siempre, les llegaron preguntas curiosas y alguna que otra comprometida. El resto de la mañana estuvo ocupada por las actividades habituales y un taller de pádel. A la hora de marcharse, fue el momento de las despedidas. La mayoría se citó para el próximo año, quizás ya sin mascarilla y con algo más de libertad.

El Campus de Bargas más deseadomuchas visitas. Si algo tiene el Campus de Bargas, después de veintidós años de vida, es la calidad de las visitas. Desde el lunes, con la presencia de Tino Pérez-Moreno, técnico del Movistar Inter, han ido desfilando entrenadores y jugadores que han despertado la curiosidad de los participantes. El martes fue el turno de Jokin Esparza, jugador del CD Toledo, que tuvo que someterse a una entrevista improvisada gracias al taller impartido por el periodista Miguel Trinidad.

Además, el miércoles pasó por Bargas el extécnico de la selección de Perú y del Manzanares FS, entre otros equipos, Chema Jiménez. Todos los días, las actividades se han intercalado también con talleres de pádel, de natación, de fisioterapia o de ajedrez.

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