La obra de repavimentación de las calles aledañas al Alcázar de Toledo se ha convertido en una tradición veraniega en la ciudad desde hace años, en torno a una década. Este no podía ser menos. En cualquier caso, en esta ocasión, el Ayuntamiento ha decidido utilizar materiales más consistentes y dar más tiempo para que se asientes y así evitar que se levanten con tanta facilidad.

Las obras, que arrancaron el pasado 8 de julio van en plazo, según confirma el concejal de Movilidad y Seguridad Ciudadana, Juan José Pérez del Pino, quien indica que los autobuses del transporte urbano regresarán con normalidad a la zona una vez que hayan finalizado los trabajos.

El Consistorio estima que para octubre habrá terminado la reposición del pavimento y recalca que la mejora de la consistencia de los materiales utilizado debe evitar la constante rotura de losetas.

Hay que recordar que la actuación comenzó en julio y en una primera fase se prolongarán hasta el 12 de septiembre, condicionadas por la Vuelta Ciclista a España, que el 13 de septiembre, viernes, tendrá fin de etapa en Toledo.

A partir del 16 de septiembre continuarán las obras en la calle de la Paz, por lo que será previsiblemente a mediados de octubre cuando concluye la actuación por completo.

El concejal recuerda que se han adoptado medidas, como la elección de los materiales más consistentes y dejar un mayor tiempo para que se asientes y sellen, para evitar que las losetas se rompan y se repita la situación que vive esta zona de la ciudad desde hace años.

En cualquier caso, recuerdan que son 560 los autobuses que pasan a diario por el entorno del Alcázar, vehículos muy pesados que dificultan las cosas.

El edil explica que por el momento los autobuses del servicio de transporte urbano volverán a la zona una vez terminada la actuación, aunque indica que cualquier medida relativa al servicio está supedita a los cambios que pueda ocasionar la próxima apertura del hospital de Toledo, que será la clave de la futura movilidad de la ciudad.