La nueva casa-cuartel de la Guardia Civil en Toledo, sede de la Comandancia de Castilla-La Mancha, se levantará finalmente en los terrenos propiedad del Ministerio de Defensa situados justo enfrente del yacimiento de Vega Baja y que están gestionados por el  Instituto de Vivienda, Infraestructura y Equipamiento de la Defensa (Invied) bajo la denominación de ‘Resto de terrenos de la antigua Fábrica de Armas de Toledo’.

Se trata, concretamente, de cinco parcelas con una extensión de 120.095 metros cuadrados, aunque el nuevo cuartel únicamente necesitaría entre 20.000 y 25.000 metros cuadrados.

El reciente cambio de denominación de la glorieta donde confluyen las avenidas de Barber, Portugal y Adolfo Suárez no solo alberga un homenaje a la Benemérita «con motivo del 150 aniversario de su creación, reconociendo su vocación de servicio y su contribución a la seguridad y convivencia de todos los ciudadanos y ciudadanas», tal y como se aprobó en el último  expediente de honores y distinciones, sino que la intención del Ayuntamiento es que la zona siga ligada al cuerpo.

Por ello, aunque también se había planteado ceder terrenos municipales en la zona de La Peraleda, finalmente la ubicación elegida para albergar la nueva Comandancia es la avenida Mas del Ribero, en las parcelas de Defensa en las que en su día se proyectó construir un Corte Inglés. Dichas parcelas tenían uso  terciario y dotacional, y en ellas se incluían además zonas verdes.

Otro de los argumentos que más peso ha tenido es que la casa-cuartel no se desvincule del barrio de Palomarejos. Con la inauguración en 2020 del nuevo hospital, eliminar la Comandancia sería un varapalo para la actividad comercial de la zona que el Ayuntamiento ha tratado de evitar a toda costa.