Con las sobras de un cocido se puede hacer ropa vieja, unas buenas croquetas o pringá. El consejero de Agricultura y Medio Ambiente, está también dispuesto a hacer cocina del aprovechamiento y sacar partido a todos los fondos «sobrantes» del Programa de Desarrollo Rural para destinarlos a la agricultura ecológica. Aunque para que eso suceda, habrá que esperar a 2017. «El margen que tenemos es que, si hay sobrantes en 2017, se incrementará esa convocatoria para hacer frente a más expedientes», señaló ayer Francisco Martínez Arroyo antes de reunirse en Toledo con la ejecutiva regional de la organización agraria COAG.
Esta será una de las soluciones planteadas en el acuerdo de la Consejería con las organizaciones agrarias, donde también se incluye un aumento de la partida de agricultura ecológica en 16 millones hasta 2020 y la reserva de 3 millones para sacar una nueva línea de ayudas el año que viene y «rescatar agricultores que se han quedado fuera de esta convocatoria». También se ha puesto sobre la mesa hacer un Plan de impulso de la agricultura ecológica, que fomente tanto el consumo como la comercialización y refuerce los controles. Además para herbáceos y olivar se subirán las primas por hectárea, ya que son los cultivos que se han visto más afectados por la reducción de las ayudas.
Y es que ahí está el meollo del asunto. El Gobierno regional ha reducido considerablemente la cuantía de ayudas por hectárea. El consejero explicó ayer que la culpa la tuvo el anterior Ejecutivo porque hace un año sacó una convocatoria sin tener los fondos aprobados en el Programa de Desarrollo Rural. Arroyo explicó que recibieron más solicitudes de las que se podían pagar, así que tomó una decisión salomónica; reducir las ayudas para llegar a todos. «Si hubiésemos mantenido las primas, la mayor parte de los agricultores se habrían quedado sin ayudas», señaló.
Los fondos para agricultura ecológica vienen cofinanciados por la Unión Europea, según marca el Programa de Desarrollo Rural, que se aprobó el pasado otoño y tiene que durar hasta 2020. Ahí está otro de los escollos de esta situación. El Gobierno regional tiene que modificar ahora ese programa, lo que volverá a necesitar del visto bueno de Bruselas. El consejero señaló que ya se han puesto manos a la obra y que el próximo lunes se reunirán con representantes de la Comisión Europea, tanto con las direcciones generales de Agricultura como de Medio Ambiente, para abordar cómo se puede modificar este documento.
Martínez Arroyo defendió ayer el acuerdo alcanzado con las organizaciones agrarias, con el que sigue comprometido, a pesar de que en las Cortes regionales Podemos y PPle cambiaron las cifras de sus presupuestos. En una enmienda solicitaron incrementar en 14 millones el presupuesto para estos cultivos, pero el consejero lamentó que este dinero sale de regadíos o de ayudas a la incorporación de jóvenes al campo.