La alargada sombra de las manadas

SPC
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Desde que se conoció la agresión múltiple de Pamplona se han sucedido ataques en grupo similares que cuesta que sean denunciados

El clamor en las calles contra los violadores fue unánime por todo el país. - Foto: EFE

La agresión sexual en grupo que La Manada protagonizó en las fiestas de Pamplona en 2016 escandalizó y asustó a un país que no había reparado prácticamente en estos graves delitos hasta entonces. La crudeza con la que se supo que actuaron los cinco violadores contra una joven de 18 años a la que forzaron en un portal del centro de la capital navarra despertó las conciencias y durante el juicio sacó a miles de personas a la calle para apoyar a la víctima.

Lo malo es que, a partir de entonces, se comprobó que esto no había sido un hecho puntual y que existían muchas más manadas: la de Sabadell, donde otra joven fue violada por turnos por tres varones en una nave industrial de la ciudad hasta que logró escapar; la  de Manresa, otra violación múltiple a una niña de 14 años en 2016 realizada por cinco hombres mayores de edad... Un caso más  en Jaén, donde dos jóvenes de 23 y 19 años fueron acusados de agredir sexualmente junto a otros tres menores a una chica de 16 años a plena luz del día en un portal de la ciudad. Un último ejemplo y de los casos más sobrecogedores fue el de una menor de 17 años con discapacidad intelectual que sufrió una agresión sexual en 2016 a manos de tres jóvenes en Mataró...

¿Lo peor? Que lejos de que se sean episodios del pasado y a pesar de la lucha por la igualdad y el respeto, los datos se imponen con una rotunda tristeza: en 2019, un 6,5 por ciento de los ataques sexuales a mujeres tuvieron a más de un agresor, mientras que en los datos recogidos desde enero de 2021 es del 17 por ciento. Así lo señalaba la doctora Lluïsa García en la presentación del informe sobre agresiones sexuales atendidas en el hospital Clínic de Barcelona desde principios de año.

Es difícil señalar los porqués de este incremento, comentaba sobre esta lacra García, presidenta de la comisión de violencia intrafamiliar y de género en este hospital, pero apuntaba que desde que se dio a conocer la violación grupal de Pamplona la tendencia ha ido en aumento, con un salto preocupante en estos últimos meses. Además, se pone el foco en dicho texto en el hecho de que son las mujeres más jóvenes las que menos intención tienen de denunciar. Las jóvenes, indica la doctora, «tienen más información, más conocimiento de lo que es la violencia machista por lo que es necesario analizar porqué denuncian menos y también porqué tardan más en pedir ayuda».

En una primera aproximación se indica que puede pesar la vergüenza, pero se deberían escuchar los lemas que han retumbado por las calles porque Si tocan a una tocan a todas.