El 19 de junio de 1972 la Dirección General de Sanidad prohibió el baño público en el río Tajo. Se había comprobado que sus aguas estaban contaminadas, por las industrias y los vertidos fecales de Madrid, y era obligación de todos los ayuntamientos ribereños colocar carteles visibles advirtiendo de la prohibición y adoptar medidas para que nadie se diera un chapuzón.

Todos en Toledo saben lo arriesgado que es bañarse en Tajo, tanto por sus peligrosas corrientes y remolinos como la más que evidente contaminación de sus aguas. ¿Todos? Pues parece que no, o hay una persona a la que le importa poco que estén a punto de cumplirse cincuenta años desde que Sanidad decretara como no aptas para el baño las aguas del río. Y la situación no ha mejorado ni mucho menos desde 1972.

Un par de vídeos recorren los teléfonos móviles de los sorprendidos toledanos, y en ellos se puede ver a un hombre con un gorro de baño y traje de neopreno que nada con habilidad en el río.

"Hoy he visto una de las cosas más surrealistas de mi vida", añade uno de los testigos de este inusual baño. Y es que, la verdad es que hace mucho que nadie surca por gusto el Tajo a su paso por la capital castellana. Este insólito nadador ha sido grabado tanto a la altura de la presa de Safont como en la zona del Barco Pasaje.