El Circo Romano no fue el único vecino ilustre del PAU de Avenida de América

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La presencia de restos arqueológicos en planos tan antiguos como el de Coello e Hijón (1858) no impidieron la desaparición del Teatro Romano, hoy bajo el Colegio de Carmelitas

ADM / Toledo
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El PAU de la Avenida de América se desarrolla entre ilustres vecinos. No solamente elCirco Romano, cuya monumentalidad obliga a mantenerlo presente -por mucho que sus restos queden disimulados por el Parque Escolar impulsado por Luis de Hoyos en el año 1906-; también a escasa distancia, bajo el colegio de las Carmelitas y completamente perdido, sería posible destacar la presencia de un Teatro de la misma época. El arqueólogo Jesús Carrobles le dedicó una pequeña monografía en el año 2001. Se trata de un edificio cuya desaparición no se debió a un error de cálculo o a la falta de previsión, pues ya en planos de la ciudad del siglo XIX, como el de Coello e Hijón (1858), se recogía la presencia de estructuras junto al hemiciclo superior del Circo (aunque nombradas como «Ruinas romanas que suponen son del Templo de Marte o de Hércules»). Otro ejemplo, asimismo perdido, sería el de las «Ruinas romanas que suponen son de las Termas» y que se encontraban más allá de la iglesia de San Ildefonso.
Con estos antecedentes, durante los años ochenta y noventa (por no mencionar la construcción, varias décadas anterior, del Poblado Obrero) se permitió en la zona la edificación de inmuebles como la Consejería de Obras Públicas (más allá de la Avenida de Más del Ribero) o el mucho más próximo Colegio Público Santa Teresa, a finales de los años noventa. La construcción de ambos fue supervisada por la empresa Arqueología y Patrimonio SL.
Con estas palabras se refiere la Carta Arqueológica a los hallazgos realizados entre la Avenida de Carlos III y la Reconquista, es decir, en las inmediaciones mismas del Circo: «Sin que primara el interés arqueológico, se produjo el hallazgo de los restos de una necrópolis romana al realizarse las obras del segundo Bloque de la Vega Baja por parte de Regiones Devastadas, de la que también formaría parte la tumba romana con sarcófago de plomo localizada en el bloque del edificio de Telefónica, ambos en la Avenida de la Reconquista». En este enterramiento «se halló como ajuar un as [moneda] de Marco Aurelio, un bisturí y una cucharilla de bronce, una placa de pizarra, un bocado de caballo de hierro y cuarenta y dos clavitos pertenecientes al calzado del inhumado». 
La actuación arqueológica previa a la edificación del Colegio Público Santa Teresa, continúa el documento, «permitió definir la existencia de restos de edificaciones de diverso tipo (opus caementicium [hormigón de origen romano] y mampostería ordinaria) junto con amplias zonas de basureros de época visigoda, así como tumbas medievales».