J. C. S. F. se sentó en el banquillo, pero no llegó ayer ni a testificar en el juicio como acusado de abusos sexuales a una menor en Talavera porque el juicio fue suspendido. El tribunal de la Audiencia Provincial decidió admitir la petición de la defensa de la incorporación de más pruebas periciales y testificales que demandaban desde el inicio de la instrucción en 2015. El abogado defensor considera clave unas cartas redactadas por la víctima, ahora ya mayor de edad, para apuntalar la libre absolución. Por su parte, la Fiscalía y la acusación particular mantienen la demanda de ocho años de prisión por dos abusos sexuales.

El abogado de la defensa, Salvador Gurumeta, explicó a los medios de comunicación que la Audiencia Provincial autorizó ayer la incorporación de una prueba forense relacionada con el aspecto físico del acusado y otra pericial privada caligráfica, así como unas testificales, entre ellas la de la persona que denunció los hechos, que no estaba llamada entre los testigos.

«Hay cuatro documentos importantísimos que son casi la clave de todo el pleito y van fijando la sucesión de hechos. Las calificaciones están descoordinadas en relación a los hechos. Consideran que la chica tiene menos de 13 años cuando los propios documentos dicen lo contrario», dijo el letrado y detalló que pretende demostrar que el acusado no participó de la escritura de esas misivas como se ha asegurado en el proceso.

«Hay muchas contradicciones», sostiene el abogado de la defensa, quien alega que las acusaciones «están despistadas». Y abundó: «Tengo esperanzas. Ante todo, se tiene que hacer justicia. La justicia tiene que partir de hechos veraces. La forma de acreditar los hechos veraces es con las pruebas que hemos propuesto, e incluso con algunas que nos han tirado».

«No mantengo que la chica se lo invente. La chica, quizá, lo que hace es que cambie los personajes. Yo no digo que no haya tenido una posible agresión o unos abusos, pero no ha sido él. Lo puedo decir alto y claro», subrayó el abogado y apostilló «en los papeles sale», sobre el verdadero supuesto autor.

Por su parte, la Fiscalía sostiene que la víctima, con 12 años, estaba un día de 2014 en casa y dejó entrar al acusado, vecino de la familia. Una vez dentro, la besó en la boca y la comenzó a acariciar por todo el cuerpo. Pese a la oposición de la menor, el acusado continuó presuntamente con la actitud. Acto seguido, el hombre se desnudó y cogió la mano de la menor y la colocó sobre el pene y empezó a masturbarse. Por ello, pide 5 años de prisión.

Según la Fiscalía, en marzo de 2015, cuando la menor tenía 13 años, el hombre volvió a entrar en la casa y se desnudó y desnudó a la víctima. A continuación, le tocó el pecho y la vagina y pidió relaciones sexuales completas. La menor se negó, y el acusado la cogió de la mano y comenzó con ella a acariciarse el pene hasta que eyaculó. Horas después, el hombre le entregó un monedero con 1.100 euros y dijo: «Perdóname, coge este dinero, pero por favor, no digas nada de lo que ha pasado, que me buscas la ruina». Por ello, la Fiscalía pide 3 años de cárcel.